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Es 'hijo' de Gerardo Bedoya, fue domiciliario en Estados Unidos y ve la luz en el fútbol en la B

Se trata de Santiago Carvajal, jugador del Real Cundinamarca, que logró marcar su primer gol como profesional, tras superar una grave lesión. El risaraldense es el invitado en 'Historias de la B'.

Santiago Carvajal, atacante del Real Cundinamarca.
Santiago Carvajal, atacante del Real Cundinamarca.
Crédito: Prensa Real Cundinamarca.

Insistir, persistir y no desistir es una de las frases que más se aplica en el deporte y una de las que más identifica a Santiago Carvajal, delantero del Real Cundinamarca, quien el pasado fin de semana anotó su primer gol como profesional, en la victoria de su equipo 4-2 frente a Real Santander, en el estadio Olaya Herrera de Bogotá.

En nuestra sección ‘Historia de la B’ hablamos con el nacido en Dos Quebradas, Risaralda, quien nos contó su historia de lucha y tesón para debutar en el fútbol profesional, a pesar de la múltiples adversidades que ha sufrido en los últimos años. Tuvo que trabajar en los Estados Unidos como mesero; se lesionó el ligamento cruzado y tiene como ídolo a Leonardo Castro: esta es su historia.

¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?
“Yo empecé a jugar fútbol desde los cuatro años en las escuelas de Pereira. A los trece años me vengo a la ciudad de Bogotá con mi papá. Él me inscribió en las escuelas de Santa Fe, las escuelas de formación. Ahí estuve dos años, hasta que me llevaron a las divisiones menores e hice todo el proceso hasta la Sub-20”.

¿Por qué no fluyeron las cosas en Santa Fe?
“En el año de la pandemia me fui para Llaneros y no pude jugar en todo el año, me quedé sin equipo porque no me volvieron a llamar. En diciembre, se dio la oportunidad de venir a jugar el Olaya con Nacional de Eléctricos y quedamos campeones. Me quedé esperando a ver si me salía otra oportunidad, pero no encontré equipo y me tocó irme a otro país a trabajar”.

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¿Qué decide en ese momento?
“Ya había renunciado al fútbol porque ya no tenía posibilidades. Entonces renuncié al fútbol y me fui para Estados Unidos. Trabajé de domiciliario, de mesero en un bar. En lo que toca como emigrante en otro país”.

¿Por qué decidió irse para allá y en qué trabajo?
“Mis hermanos viven en Estados Unidos, en Nueva York y ellos me convencieron de irme para allá. Mi hermano fue el que me acogió cuando llegué, me enseñó cómo era el trabajo de domiciliario. En una bicicleta yo empecé por Manhattan, repartía los domicilios todo el día”.

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¿Tuvo más trabajos?
“Sí, conocí unas personas que tenían un bar, ellos me dicen que si quería ir a trabajar con ellos, y que también, aparte del bar, tenían un equipo de fútbol. Me dieron la posibilidad de jugar allá y pude dejar de pasar todo el día en una bicicleta; ahora trabajaba en las noches en un bar, como mesero o asistente del bartender”.

¿Cómo cree que es la experiencia de estar en otro país?
“Es un país muy chevere si uno quiere ir de vacaciones, pero en condición de inmigrante la realidad es otra. Es muy difícil. Allá te toca trabajar todo el día, te toca aguantar humillaciones, te toca aguantar cualquier cosa que no estás acostumbrado en tu país. Fue una experiencia muy bonita y que me ayudó mucho a crecer como persona, a valorar cada cosa en la vida”.

¿Por qué regresó a Colombia?
“Tuve un presentimiento que me decía que me volviera aquí para Colombia, que algo iba a pasar. Y así fue, yo estaba en Pereira un 28 de diciembre, cuando recibí una llamada del profe Gerardo Bedoya. Él me tuvo en mi etapa en Santa Fe y me contó sobre la posibilidad de ir a Valledupar”.

Santiago Carvajal, jugador del Real Cundinamarca.
Santiago Carvajal, jugador del Real Cundinamarca.
Prensa: Real Cundinamarca.

Ahí llega el momento duro en su carrera…
“En mi tercer partido como profesional, contra el Quindío, fui a dar un giro y sentí que la rodilla se me salió. Ahí se me paralizó el mundo. El dolor era muy fuerte, se me inflamó mucho. En la semana me hicieron los estudios y salió ligamento cruzado con menisco y colateral, o sea, tres lesiones en una”.

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¿Cómo fue todo su proceso de recuperación?
“En mi recuperación me operan allá en Valledupar y empiezo mi recuperación y al cuarto mes de rehabilitación vuelvo y recaigo en un menisco y me vuelven a operar. Fueron dos operaciones, en menos de seis meses. Yo dije ‘hasta aquí llegué. Después de un año y once meses de recuperación, disputé otra vez un partido como profesional contra Orsomarso. Pero el fin de semana pasado, en Bogotá, tuve la oportunidad de entrar y marcar mi primer gol”.

¿Qué se le pasó por su mente cuando anotó ese gol?
“Es algo inexplicable porque es cumplir con el sueño de todo niño, lo que uno siempre quiere, se imagina, trabaja, sueña. Tuve muchas emociones encontradas y apenas anoté el gol, se me vino a la cabeza todos esos momentos que pasé por mi vida”.

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¿Qué significa Gerardo Bedoya para usted?
“Gerardo para mí es como un padre y cada vez que hablo con él se lo digo y le agradezco a él y al profesor Duwán Neira, preparador físico de Fortaleza, que fueron las dos personas que han estado conmigo. Cuando hice el gol, me escribió y dijo que estaba orgulloso de mí”.

¿Qué ha pensado para hacer en el futuro?
“Este año ya me gradué del colegio, pero no pude hacer el ICFES porque me gradué de manera virtual. En abril hago el ICFES y en junio que vuelven a abrir inscripciones para la universidad, voy a empezar una carrera, en algo que se relacione con el deporte”.

¿Cuál es su ídolo en el fútbol?
“Mi referente siempre ha sido Leonardo Castro y me identifico con él. Los dos somos de Pereira, hemos pasado por lesiones duras y hemos tenido que trabajar en cosas ajenas al fútbol. En el equipo me dicen ‘Chacho’ y es el futbolista que más admiro”.

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