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Donovan Forbes, de vender cocos y retirarse unos meses del fútbol, a figurar en el Real Santander

Nació en San Andrés, quiso cumplir su sueño de ser futbolista, le cerraron las puertas y regresó a la isla a rebuscarse la vida. Se trata de Donovan Forbes, el mediocampista que defiende los colores del Real Santander.

Donovan Forbes, futbolista sanandresano.
Donovan Forbes, futbolista sanandresano.

El próximo 20 de julio la pelota volverá a rodar en el Torneo de la Primera B del Fútbol colombiano y Real Santander quiere salir a relucir y hacer una buena campaña para soñar con el ascenso. Para ello, tiene en sus filas a un jugador que logró debutar con mucho trabajo y sacrificio: Donovan Forbes. El mediocampista salió de San Andrés para seguir su sueño, le cerraron las puertas, se retiró, vendió cocos en la isla y encontró en la escuadra santandereana un lugar para demostrar su talento con la pelota.

Hace 22 años, en la Isla de San Andrés, un 18 de julio, nació Donovan Forbes, el hijo de Evelia Rosa Morales Zúñiga y Garif Miguel Forbes Torres. Desde pequeño su papá le inculcó ese amor por el fútbol y por eso a muy temprana edad se marchó de la isla para convertirse en jugador profesional. Bogotá lo recibió con un frío y un duro diario vivir que lo afectó, y luego en Cali y Cartagena no le dieron la oportunidad.

A la cabeza se vino la idea del retiro y no dudó en hacerlo. Regresó a San Andrés para trabajar e intentar salir adelante. Lo agobió la isla y se fue unos meses a Cartagena. Estando en la 'Heróica', Real Santander fue a hacer unas pruebas en la isla y tomó el nombre de Real San Andrés. Donovan no quiso ir, hasta que sus padres lo convencieron. A pesar de que la motivación no estaba, el talento permanecía y por eso fue uno de los seleccionados por el equipo. Así fue como Donovan Forbes, nuestro invitado en 'Historias de la B ' llegó al fútbol profesional colombiano.

¿Cómo empezó a jugar al fútbol?
"La gente es muy apasionada del deporte y más que todo al fútbol. Allá es una cosa de admirar, porque San Andrés donde usted vaya hay canchas, digamos así sea, canchas hechas con cajas de cerveza, con palos o con rocas. Mi comienzo en el fútbol fue pues gracias a mi mamá y a mi papá porque pues siempre mi papá me llevaba a verlo jugar fútbol. Mi mamá tenía un primo, tiene un primo que es técnico, que tiene un equipo de fútbol ahora mismo y pues decidieron meterme. Siempre digo que mi papá es mi ídolo porque me llevaba todos los fines de semana a verlo jugar, por eso siento que hoy amor al fútbol".

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Sus primeros pasos
"En San Andrés comencé desde mis 5 años en un club llamado Promesas del Archipiélago. Desde ese club me fui desarrollando futbolísticamente y mis capacidades fueron surgiendo. Luego de eso llegué a Bogotá a un equipo llamado Capital. Estuve dos años, no fue para nada fácil, pero sí fueron dos años de demasiada enseñanza. Me enseñó mucho, me enseñó a lo que era sobrevivir, a lo que era estar lejos de la familia, porque era mi primer viaje por fuera y solo. A mediados de eso, en el 2016, me fui para el club Real Vallecaucano, que es un equipo de Cali, en el cual las cosas ya no surgieron como yo esperaba, pero también fue una enseñanza para mí".

Lo más duro que vivió en ese tiempo
"Me tocaba levantarme tipo cuatro de la mañana para irme para el colegio. El colegio lo cerraban a las 7 de la mañana. A mí me tocaba irme a las 4 y pues había muchas veces que llegaba tarde, como muchas veces que llegaba muy temprano, porque como el camino nunca nos lo aprendimos así bien, siempre era complicado llegar a la hora exacta. Y pues había muchas veces que no teníamos tampoco para el transporte y nos tocaba muchas veces volarnos las estaciones de Transmilenio. Y otra cosa era que no teníamos transporte para los entrenos. A nosotros nos tocaba caminar una hora y media a los entrenos, entrenar lo más de bien, y después caminar una hora y media más hacia la casa a comer. Por la parte económica siempre fui apoyado por mis padres, tanto por mi mamá, por mi papá y mi padrastro. Siempre estuvieron ahí ayudándome cuando yo les decía que no tenía para los transportes, pues ellos me ayudaban y cosas así.

Donovan Forbes, mediocampista del Real Santander.
Donovan Forbes, mediocampista del Real Santander.

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¿Le gustaban otros deportes cuando estaba en la isla?
"La verdad me gustaba tres deportes. Uno era el béisbol, el fútbol y el microfutbol. Tuve la oportunidad de jugar Intercolegiados en Cartagena, quedé de goleador del equipo, y pues a mí se me acercó una vez un profesor y me preguntó que si yo quería ser profesional en micro. Y pues yo como estaba muy pequeñito mi respuesta fue no, porque como mis padres no sabían ni nada, entonces me tocaba consultarlo con ellos y todo lo demás. Y esa fue la única opción que se me presentó en el microfútbol, que creo que si no hubiera sido por el fútbol, pues yo ahora mismo de pronto hubiera sido un buen micrero".

Su primera aventura en un equipo profesional
"Después de Cali, duré dos años en el Real Cartagena, pues no pude debutar por circunstancias de los técnicos. Un profe llegó un día a la Sub-20, habló con nosotros, dijo que subir no iba a estar fácil, que iba a estar complicado y que él a la vez necesitaba jugadores de experiencia, que en sus papeles no estaba como planeado contar con jugadores jóvenes. Al escuchar eso fue como un baldado de agua fría para mí, porque yo sentía que estaba como a punto de lograr mi sueño. Decidí irme para San Andrés y tomé la decisión de no jugar más fútbol.

¿Renunciaste al fútbol?
"Así es, duré sin jugar fútbol como siete meses".

¿Que hizo en esos siete meses?
"Estuve trabajando, estaba sobreviviendo, pues mi familia me enseñó a ser una persona guerrera y pues el refrán de nosotros siempre ha sido que la plata está hecha, solamente hay que salir a buscar".

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¿Qué trabajos realizó?
"Me subía a los palos de coco, cogía coco, yo mismo lo pelaba, lo vendía, vendía mango y en un trabajo que sí me metí fue poniendo ventanas en hoteles. Me aburrí de estar en San Andrés trabajando y decidí irme a unas vacaciones para Cartagena. Estando allá a mi mamá le dieron una noticia de que el equipo Real Santander iba a hacer unas veedurías en San Andrés. Entonces, tanto mi mamá como mi papá no estaban muy a gusto conmigo por la decisión que yo había tomado, porque ellos siempre han estado conmigo a la hora de ayudarme en comprarme los suplementos, en comprarme los guayos, los tiquetes, siempre estuvieron ahí conmigo diciéndome que siguiera mis sueños y como mi sueño siempre ha sido ser un jugador profesional de fútbol".

¿Se presentó a la prueba o definitivamente renunció al fútbol?
"Mi mamá me insistió mucho, llorando, me decía que fuera a las pruebas, pero yo le dije que en esas pruebas iba a haber demasiada gente y que para que me escogieran a mí iba a ser demasiado complicado, entonces me dijo que no desistiera y que fuera. Al ver a mi mamá tan disgustada, tomé la decisión de irme para San Andrés y hacer esas pruebas. Conté con la suerte de quedar entre los finalistas. En ese entonces me tocó venirme para Bucaramanga a jugar con la Sub-20".

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¿Cómo fue su debut en el Real Santander?
"Cuando me trajeron para Bucaramanga estuve con el profesor Iván Garrido, que ahora es el asistente técnico de Real Santander. Pasó un año y a él lo mandaron para San Andrés. Seguí mi proceso en la Sub-20 de la mano de Oscar Álvarez. En el 2019 iba a nacer mi hija, Celeste. Una semana antes de que mi hija naciera hablé con los profesores a ver si podía ir a verla y el profesor Vladimir Vesga y el profesor Oscar Mauricio Leiva fueron los que me enviaron con Garrido a la isla para no perder el ritmo. Mi hija nació un 4 de octubre del 2019 y yo conté con la suerte y con la gracia de Dios de debutar dos días después, el 6 de octubre".

¿Cuál fue el mensaje de su familia, tras el debut?
"La familia se sentía muy alegre. Mi mamá fue una de las que más se alegró porque era una de las personas que más disfrutaban, estaba molesta conmigo por la decisión que había tomado. Sus primeras palabras fueron, 'viste, te lo dije, tú tienes demasiadas capacidades y Dios no abandona a sus hijos y tú estás para grandes cosas, hijo mío'. Le dije que muchas gracias por siempre apoyarme y no dejar que tirara la toalla. Mi papá sí fue uno de los que más me dijo que si era mi sueño, que, si en realidad quería jugar, que él me iba a apoyar, pero que él sabía, que, si yo seguía en el fútbol, yo iba a debutar y eso a él lo llenaba de motivación y le alegraba".

¿Le ha costado adaptarse a Bucaramanga?
"Siento que todo es de proceso y de costumbre. Uno primero se siente raro por lo que no es su tierra ni nada por el estilo y son cosas nuevas y diferentes que uno viene acá a experimentar. Pero con el pasar del tiempo y gracias al amor que uno le tiene a lo que uno hace, uno se adapta mejor".

¿Qué es lo que más extraña de la isla?
"Lo que más extraño son las salidas en familia al mar".

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¿Cuál es su mayor sueño en el fútbol?
"Mi mayor sueño ahora mismo es seguir defendiendo los colores de la camisa que tengo puesta, gracias a este equipo que me dio la oportunidad de debutar. Estoy agradecido con este equipo, espero seguir trabajando y poder dar un salto y llegar a otro club, probar nuevos aires y salir adelante. Como todo futbolista me imagino que el sueño de uno es tocar Europa, un equipo grande y trabajando creo que podría llegar a eso".

¿Cómo es Donovan Forbes dentro de la cancha?
"Soy una persona guerrera, dentro y fuera del campo. Soy una persona que cuando veo a mis amigos cabizbajos, porque hicieron una jugada mala, pues soy de esas personas que les brinda la confianza. Que si se equivocó una vez pues le doy el balón otra vez para que vuelva y se tome la confianza. Tengo liderazgo y respaldo mucho a sus compañeros. Técnicamente soy muy habilidoso, tengo condiciones, confío en mis capacidades y si sigo mejorándolas podría llegar a ser alguien grande".

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