Este domingo 12 de febrero, se presentó uno de los hechos más lamentables en el fútbol colombiano. A instantes de que rodara el balón en el estadio Manuel Murillo Toro, para el encuentro entre Deportes Tolima y Millonarios, un aficionado saltó a la cancha y golpeó a Daniel Cataño. De inmediato, el jugador reaccionó, persiguió al hincha y también lo agredió.
Todo eso terminó con la expulsión del futbolista, la captura del agresor y la suspensión del partido, ya que el club 'embajador' decidió retirarse del terreno de juego. Así las cosas, se debe aguardar por las medidas que se tomarán al respecto. Y es que, de seguro, desde la Dimayor están analizando cómo manejar el tema y qué sanciones o castigos imponer.
Mientras este momento llega, repasamos la relación que se creó entre Daniel Cataño y el 'Vinotinto y Oro', la cual empezó en 2018 cuando fue presentado como refuerzo del cuadro de Ibagué. En ese entonces no era titular, pero, con el paso de los partidos y de la mano de su buen rendimiento, se fue ganando su lugar en el equipo haste el punto de ser titular.
Se respiraba amor y alegría entre la hinchada tolimense y el mediocampista, que lo dejaba todo en la cancha, nunca negando una gota de sudor. Era, tal vez, uno de los momentos más 'dulces' y especiales para ambas partes, figurando en torneos locales e internacionales y convirtiéndose en un referente y pieza clave en la idea de juego del entrenador.
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Recordemos que quien lo llevó al Deportes Tolima, justamente es su actual técnico, es decir Alberto Gamero. Después llegó Hernán Torres, con quien se consolidó aún más y encontró uno de sus puntos más altos. Sin embargo, hubo un punto bisagra y que cambió el rumbo de esta historia, la cual se perfilaba para tener un final feliz, pero no fue así.
El 26 de junio de 2022, en el marco de la final de vuelta de la Liga del fútbol colombiano, frente a Atlético Nacional, Daniel Cataño tuvo la oportunidad, al minuto 55, de poner 3-0 arriba al 'pijao', lo que hubiera significado dar vuelta a la serie. Cabe aclarar que el juego de ida había culminado 3-1 a favor de los 'verdolagas', en el estadio Atanasio Girardot.
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No obstante, pasó lo inesperado. El volante se hizo cargo del penalti, pero no cobró de la mejor manera, siendo atajado por Kevin Mier. Como si fuera poco, en su afán por capturar el rebote, fue con los taches arriba y golpeó al arquero rival, acción que, tras ser revisada por el VAR, significó la tarjeta roja, dejando con 10 hombres a su equipo.
A partir de ahí, todo cambió, y no hablamos solamente de la final. Si bien el desarrollo de ese compromiso no fue el mismo y Atlético Nacional emparejó las cosas, lo que sucedió fue que la relación entre el futbolista y la afición tolimense, se 'rompió' por completo. Nunca le perdonaron lo ocurrido y, por eso, como dicen "del amor al odio, solo hay un paso".
Esa compleja situación, señalamientos y fuertes críticas que recibió, llevaron a que tomara la decisión de emprender vuelo rumbo a la capital del país, a unirse a las filas de Millonarios, con el fin de tener una mayor paz y tranquilidad.
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