En el primer partido de la Liga I 2023 del fútbol profesional colombiano el gol estuvo ausente. Atlético Bucaramanga y Envigado FC empataron este martes 0-0, en un juego aceptable en el estadio Departamental Alfonso López, de la capital santandereana y que tuvo una baja asistencia de aficionados.
Pese a que no se observaron anotaciones, el compromiso tuvo varios momentos cercanos a la apertura del marcador, especialmente de parte de los dueños de casa y que tuvieron el debut en el banquillo del argentino Raúl Agustín Armando.
En el primer tiempo, para Bucaramanga se presentaron opciones de anotar gracias a posibilidades generadas por jugadores como York Becerra y de los argentinos Gonzalo Lencina y Nicolás Marotta, debutantes en el balompié de nuestro país.
Sin embargo, ahí estuvo presto y atento para reaccionar el arquero Felipe Parra, quien se convirtió en la figura de los envigadeños, confirmando su buen cierre de temporada en el 2022.
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Por los hombres de Alberto Suárez solamente se generó, en la parte inicial, una llegada de riesgo con un remate a ras de piso de Henry Mosquera, que alcanzó a pegar en el palo del arco defendido por Cristopher Varela, de nacionalidad venezolana.
Ya para la parte complementaria, Envigado mejoró un poco gracias al ingreso en la zona de volante de Diego Moreno, quien le dio apoyo al experimentado Felipe Jaramillo -de buena actuación en el Departamental- y además de eso generó desde atrás buscando asociarse con sus compañeros de ataque. Sin embargo, para los visitantes no alcanzó con eso, para desequilibrar el marcador.
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Mientras tanto, Bucaramanga siguió buscando a toda costa el arco contrario y así en una descolgada de Lencina le dio un pase a Javier Reina, quien quedó solitario y cara a cara con Parra; pero falló de manera increíble despertando las rechiflas desde las tribunas.
A eso hay que sumarle que Gustavo Torres, quien entró en la complementaria, intentó en ofensiva e incluso le anularon un gol por fuera de lugar.
Al técnico Armando, de los 'búcaros', no le surtieron efecto los cambios, justo cuando corría el reloj y mandó al terreno de juego a Juan Marcelín, un jugador de velocidad y capacidad de desequilibrio por las bandas.
Al final, Envigado se salió con la suya, supo aguantar en los momentos más complicados y teniendo seguridad al máximo desde atrás con la confianza que le brindó un arquero como Parra, quien en varias oportunidades ahogó el grito de gol de los santandereanos. Bucaramanga, de su lado, comenzó cediendo terreno jugando en su estadio.
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