Existe un leyenda que afirma que quienes estén unidos por un hilo rojo, están destinados a convertirse en almas gemelas y vivirán una historia importante, no importa cuánto tiempo pase o las circunstancias. En esta ocasión, ese hilo es de color azul y une a Alberto Gamero con Millonarios, una dupla de ensueño. Y es que este sábado 24 de junio quedará para la historia del DT, ya que se coronó campeón de la Liga I 2023 del fútbol colombiano luego de vencer 3-2 a Nacional, en la definición por penaltis.
Todo empezó en 1988. Un samario, que en ese entonces tenía 24 años, llegó a las filas del conjunto 'embajador', lleno de ilusión y con la finalidad de dejar huella. Y lo logró. En cuatro años y medio, no solo anotó dos goles y disputó 96 partidos, sino que además, se coronó campeón: un sueño cumplido para ambos.
Dicho objetivo, lo consiguió, siendo uno de los jugadores más relevantes de la escuadra y ahora en 2023 para él era necesario celebrar.
En su historia como jugador, en 1991, emprendió vuelo a Envigado. Luego pasó por Independiente Medellín, volvió al Unión Magdalena, equipo en el que debutó, y, en 1998, dijo 'no más' y culminó con su carrera como futbolista, en el Deportivo Unicosta. ¿Y ahora?
Publicidad
El sueño de volver a verlo en el conjunto capitalino, al menos como jugador, se desvaneció. Pero la vida, le tenía preparada una nueva oportunidad a Alberto Gamero. Después de haber dirigido a Fair Play, Bogotá, Boyacá Chicó, Águilas Doradas, Junior y Tolima, arribó a su gran amor, Millonarios, al que nunca olvidó.
El 3 de diciembre de 2019, fue anunciado como director técnico del 'embajador'. Al que sabe esperar, todo le llega. Desde el primer día, dejó claro que su meta era repetir lo alcanzado en 1988, es decir, coronarse campeón, pero, ahora, desde el banquillo, siendo el timonel del equipo, guiando a los muchachos.
Publicidad
Su inicio no fue el mejor. Los resultados no lo acompañaron. Razón por la que se puso en duda su continuidad y algunos pidieron su salida. No obstante, los directivos se la jugaron. Lejos de darle la espalda, respaldaron su proyecto, sabían que se iba por buen camino y meses más tarde, daría frutos.
Armar la nómina no fue fácil. La situación económica del club, por la pandemia, fue compleja, dificultando la contratación de jugadores de élite. Pero con esfuerzo de la dirigencia, que fichó un par de hombre de peso, el liderazgo y buen manejo de Gamero, se consolidó un importante grupo que mezclaba experiencia y juventud.
El proyecto empezó a fluir, hasta el punto de no solo clasificar a los playoffs, tras ser tercero en el 'todos contra todos', sino además, instalarse en la final del primer semestre del 2021, eliminando a dos grandes como América de Cali, en cuartos, y a Junior de Barranquilla, en semifinales. Pero no se dio, cayó y se desvaneció el sueño.
Para la segunda parte de dicho año, volvió a ser protagonista, pero no le alcanzó para arribar a la serie definitiva, algo que se repitió en la Liga I-2022 y Liga II-2022. Sin embargo, siempre estuvo ahí, dando la pelea y siendo uno de los mejores del campeonato. De hecho, tuvo su recompensa en la Copa Colombia.
Publicidad
En 2022, Alberto Gamero alcanzó su primer triunfo grande con el 'albiazul'. Derrotando a Junior de Barranquilla en la final, con un marcador global de 2-1, gritó 'campeón'. Tanto lo había buscado, deseado y anhelado, que se le terminó dando. Ahora, era momento de ir por lo que tanto había querido y por lo que llegó: la Liga.
¿Recuerdan el famoso hilo 'azul', del que se habló al inicio? Como se habrán dado cuenta, tuvo varios nudos, ires y venires, se distanciaron, pero nunca se rompió. ¿Por qué? Alberto Gamero y Millonarios son almas gemelas y estaban destinados a escribir, en esta ocasión, una historia de gloria y una de gran tamaño.
Publicidad
Luego de 90 minutos, frente a Atlético Nacional, el entrenador samario cumplió su sueño. "Quiero ganar la estrella, es un anhelo y una tarea que tengo con esta institución; la única manera de entrar a la historia, es siendo campeones", fueron algunas de las declaraciones del técnico, meses atrás y las palabras tienen poder.
Se le cumplió. Este sábado 24 de junio, en El Campín, este capítulo, que inició a escribirse hace un cuanto tiempo, tuvo un nuevo final feliz porque, de seguro y en este idilio, seguirán juntos. Dicen que "el tiempo de Dios es perfecto" y si no se dio antes es porque era ahora: contra un rival de 'peso' y en una de las finales más importantes de la historia del club.