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Fin de la era Rubiales: un beso no consentido, un Mundial y un juicio que sigue en curso

El caso del beso del ex presidente de la Federación Española y la jugadora Jenni Hermoso, en la final del Mundial femenino, sigue dando de qué hablar, con el inicio del juicio del ex directivo.

Luis Rubiales es el presidente de la Federación Española de Fútbol.
Luis Rubiales es el presidente de la Federación Española de Fútbol.
FRANCK FIFE/AFP

El fútbol español entró en una nueva era el 20 de agosto de 2023, cuando un gol de Olga Carmona frente a Inglaterra dio a España en Sídney su primer título mundial femenino de fútbol, el mayor éxito de la etapa presidencial de Luis Rubiales que paradójicamente acabó con su presidencia después de cinco años.

Inimaginable entonces, aquel momento histórico supuso un antes y un después para el fútbol femenino y no solo sacó a Rubiales de la RFEF, sino que lo llevó al banquillo de la Audiencia Nacional, donde este lunes se le empieza a juzgar por agresión sexual y coacciones a una de las campeonas del mundo.

Su euforia, con gestos nada educados para celebrar la victoria en el palco, al lado de la reina Letizia y la infanta Sofía, y el momento en el que dio un beso no consentido en los labios a Jenni Hermoso en la entrega de medallas escribieron un final al que Rubiales se resistió durante 20 días.

"No me ha gustado. ¿Pero qué hago yo?". Es lo primero que dijo Jenni Hermoso en el vestuario, según se vio en un directo en el Instagram de otra jugadora, donde también se pudo a ver a Rubiales anunciar a las nuevas campeonas que las regalaba un viaje a Ibiza.

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La tormenta perfecta acababa de empezar. La imagen del beso dio la vuelta al mundo. Intolerable, vergonzoso, sexista, machista, agresión sexual. Fueron algunos de los calificativos inmediatos, de los que se pasó a pedirle explicaciones y también su dimisión.

Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol.
Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol.
Foto: AFP

"No estamos para gilipolleces. Yo, con todo lo que he pasado, más gilipolleces y más tontos del culo no. Vamos a disfrutar de lo bueno y ni me comentéis cosas de pringados que no saben ver lo positivo. No hagamos caso a los tontos. Estoy muy feliz de que con una amiga lo celebre dándole un pico".

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Así se explicó Rubiales entre risas en la Cadena Cope, antes de que la RFEF atribuyera a Jenni Hermoso unas declaraciones restando importancia a los hechos. El presidente después ofreció disculpas, pero hasta el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de quien Rubiales se consideraba cercano, las consideró insuficientes.

Jenni Hermoso se sintió "vulnerable y víctima de una agresión"

El círculo se cerró aún más cuando Jenni Hermoso pidió medidas ejemplares y dijo que se había sentido vulnerable y víctima de una agresión.

Acostumbrado a los pulsos, como el que había ganado a buena parte de las campeonas del mundo al mantener como seleccionador a Jorge Vilda, Rubiales aseguró que no iba a dimitir entre los aplausos de la Asamblea de la RFEF. Se presentó ante ella después de haber cesado a todos sus vicepresidentes salvo a uno, el responsable económico desde 2020, Pedro Rocha.

Lo hizo un día antes de que la FIFA le inhabilitara 90 días por su comportamiento en la final. Ocho días después de acabar el Mundial la Fiscalía se querelló contra él por agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso, acusaciones con las que acude al juicio, en el que Jorge Vilda, el exdirector de la selección Albert Luque, y el exresponsable de marketing Rubén Rivera serán jugados por coacciones.

Jenni Hermoso, jugadora de la Selección de España y del Pachuca de México.
Jenni Hermoso, jugadora de la Selección de España y del Pachuca de México.
SAEED KHAN/AFP

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El 10 de septiembre Rubiales dimitió. La FIFA amplió luego a 3 años su inhabilitación y el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) le impuso otra sanción de 3 años.

Cuatro presidentes en año y medio en la RFEF

Su salida de la RFEF hizo que su castillo de naipes de confianza empezara a derrumbarse. Los tres citados fueron los primeros que quedaron desvinculados del organismo por la directiva que de forma interina presidía Rocha, quien también tuvo que hacer frente a un nuevo pulso de la selección femenina que se llevó por delante a otras personas que llegaron con Rubiales a la RFEF.

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Los 10 meses de mandato de Rocha, en los que el dirigente extremeño trató de normalizar relaciones con el resto de organismos a los que la RFEF estaba enfrentada, estuvieron salpicados de situaciones confusas y recursos al TAD por la celebración de unas nuevas elecciones a las que este finalmente no ha podido presentarse.

Al margen de pasar a ser uno de los investigados en el procedimiento judicial por posibles irregularidades en los contratos de la RFEF como el de la Supercopa, Rocha recibió una sanción de inhabilitación del TAD durante dos años por haberse extralimitado en sus funciones como presidente de la Comisión Gestora, que le impidió presentarse.

Luis Rubiales, ex presidente de la RFEF
Luis Rubiales, ex presidente de la RFEF
Foto: AFP

El no en los tribunales a su petición de suspensión cautelar hizo que la RFEF estuviera presidida de julio a diciembre por alguien de total confianza de Rocha, la exjugadora María Ángeles García "Yaye", hasta que finalmente hubo elecciones el 16 de diciembre, exigidas por la FIFA y la UEFA para normalizar la situación de la Federación, elegida como organizadora del Mundial 2030 con Marruecos y Portugal.

El gallego Rafael Louzán, elegido también por Rocha para reemplazarle, tuvo el refrendo de los votos y empezó su mandato condicionado a que el Tribunal Supremo estime en unos días su recurso contra la inhabilitación de 7 años para empleo o cargo público impuesta por prevaricación cuando presidía la Diputación de Pontevedra por el PP en 2013. De no ser así el nuevo orden aparente del fútbol español se volverá a tambalear.

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