Los dos jugadores más destacados de la selección de Bosnia-Herzegovina, Edin Dzeko y Miralem Pjanic , se han manifestado en contra de la decisión de la Federación de Fútbol Bosnia de jugar un amistoso en noviembre contra Rusia en San Petersburgo.
"Estoy en contra de que se juegue ese partido. Yo siempre estoy solo por la paz (...) Me solidarizo con el pueblo de Ucrania en estos momentos difíciles para ellos", comentó el capitán de la selección, Edin Dzeko, al portal de noticias bosnio Klix.
Añadió que él desafortunadamente él no decide con quién jugará la selección. El partido debería dosputarse el 19 de noviembre en Rusia.
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"No es una buena decisión. Me quedé sin palabras cuando lo supe", dijo el centrocampista Miralem Pjanic.
"Los líderes (de la federación) conocen mi posición. Llamaron, me preguntaron qué pensaba sobre el partido. Dije lo que pensaba, y luego me sorprendió una decisión diferente. No es una buena decisión. Estoy sin palabras. Cuando la selección nacional comienza a jugar bien, siempre sale algo mal", señaló Pjanic.
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Algunos medios bosnios aseguran que Pjanic y Dzeko planean no jugar ese partido.
La decisión de la federación de fútbol ha suscitado numerosas reacciones de indignación en Bosnia-Herzegovina. Los aficionados han pedido el boicot del partido y el sindicato de futbolistas profesionales ha pedido la destitución de los miembros de la federación que han tomado la decisión de jugar ese encuentro.
Un excapitán de la selección bosnia, Vlatko Glavas, dijo que la decisión ha sido política, "destinada a perjudicar a Bosnia-Herzegovina".
Explicó que tal situación se debe a que la mayoría de los miembros de la federación de fútbol bosnia son de formaciones nacionalistas, como el serbobosnio SNSD y el croata HDZ.
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