El defensor del Manchester United y exinternacional francés, Raphaël Varane , llamó a prestar más cuidado a las conmociones cerebrales en el fútbol, qué él mismo dice haber sufrido durante su carrera, en una entrevista publicada este martes 2 de abril por el diario 'L'Équipe'.
"Cuando miras los tres peores partidos de mi carrera, hay al menos dos en los que tuve una conmoción unos días antes", declaró Varane, refiriéndose a los cuartos de final del Mundial-2014 (derrota 2-0 de Francia contra Alemania) y a la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones en 2020 con el Real Madrid (eliminación tras caer 2-1 frente al Manchester City).
Pocos días antes del primer partido al que hace referencia, Varane sufrió un golpe en la cabeza en la eliminatoria de octavos frente a Nigeria: "Al inicio de la segunda parte, hubo un centro, golpeé la pelota con la sien y acabo mi carrera en la red de la portería rival. Finalicé el partido, pero estaba en modo 'piloto automático'".
"El cuerpo técnico me pidió si estaba apto" para jugar frente a Alemania. "Estaba debilitado, pero finalmente jugué. Lo que nunca sabremos es qué hubiese pasado si hubiese vuelto a recibir un impacto en la cabeza. Cuando te dicen que las conmociones repetidas pueden tener un efecto mortal, entonces te planteas que puede salir muy mal", añade el jugador, quien puso fin a su carrera con los 'bleus' en 2022.
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"Como futbolistas acostumbrados a jugar al más alto nivel, estás habituado al dolor, somos un poco soldados, duros ante el dolor, símbolos de la fuerza física, ya que son síntomas bastante invisibles", analiza el campeón del mundo en 2018.
"Estamos en un mundo muy competitivo, en el que no jugar por un pequeño dolor puede no entenderse", insistió Varane.
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"Es necesario hablar de los peligros relacionados con el síndrome del segundo impacto (sufrir un nuevo traumatismo sin haberse recuperado de uno anterior) y la repetición de golpes como consecuencia del juego de cabeza", reclama Varane, que también llama a limitar el juego aéreo en los entrenamientos para reducir los riesgos.
En Inglaterra, una decena de antiguos profesionales y las familias de otros siete exfutbolistas han llevado a los tribunales a las instancias dirigentes del fútbol británico, a las que acusan de haber sido "siempre conscientes" de los riesgos de conmociones y lesiones cerebrales a los que se exponen los jugadores, sin que se hayan puesto las medidas necesarias para disminuirlos.