El capitán del Palmeiras, Felipe Melo, se mostró agradecido por disputar una nueva final de la Copa Libertadores de fútbol y recomendó a sus compañeros "disfrutar la ansiedad y el nerviosismo", ya que, dijo, "el 98 % de los jugadores sudamericanos daría todo por estar aquí".
El brasileño nacionalizado español, de 38 años, compareció en rueda de prensa junto a su entrenador, el portugués Abel Ferreira, momentos antes de efectuar el reconocimiento en el Estadio Centenario de Montevideo, 24 horas antes de la disputa del partido por el título continental.
"El 98 % de los jugadores daría todo para estar aquí. El otro 2 % por ahí ni siquiera nunca lo pensó y solo piensa en ir a Europa a jugar la final de la Champions, pero el 98 % de los jugadores sudamericanos querría estar aquí", indicó Melo.
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Sobre la condición de favorito que tiene el Flamengo para el duelo de este sábado, como invicto en la actual edición, el capitán paulista dijo que "la final de la Libertadores no tiene favoritos", ya que "en la final puede pasar de todo".
"No existe favoritismo para un juego como este, con dos equipos gigantes, dos equipos con gran elenco, gran plantel y todo puede pasar", aseveró.
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El futbolista, que jugó en los españoles Mallorca, Rácing de Santander y Almería y en los italianos Fiorentina, Juventus e Inter, declaró estar "a disposición del entrenador para ayudar" en lo que considere con vistas al encuentro de mañana.
Pese a estar recuperándose de una lesión, Melo comentó que le gusta "encarar los problemas buscando soluciones" y que "cuanto más grande el dolor, más grande va a ser la bendición", por lo que como "gran capitán y gran líder" intentará ayudar desde el lugar que le conceda el cuerpo técnico.
El Palmeiras y el Flamengo se enfrentarán este sábado desde las 17.00 horas (20.00 GMT) en el Estadio Centenario de Montevideo por la definición de la Copa Libertadores, competición de la que son los dos últimos campeones.
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Los paulistas con los vigentes campeones y los cariocas ganaron la final de 2019. Se da la circunstancia de que gane quien gane el título obtendrá su tercera Copa Libertadores, después de que la que conquistaron, respectivamente, en 1999 y 1981.