El italiano Fabio Cannavaro presentó este sábado su dimisión como entrenador del Benevento tras la derrota contra el Como (2-1) en la Serie B italiana, pero el presidente del club, Oreste Vigorito, la rechazó y lo mantuvo en el cargo.
Tras la derrota contra el Como, equipo en el que milita el español Cesc Fábregas, el técnico presentó su dimisión, con dos puntos en las cuatro jornadas que ha dirigido al equipo desde que llegó, hace exactamente un mes.
Sin embargo, el presidente del Benevento no dudó en rechazar la renuncia y ratificar su confianza en un Cannavaro que agradeció el gesto en rueda de prensa.
"Dimití porque lo consideré lo correcto y porque Pasquale Foggia no sólo es mi director deportivo, sino también un amigo mío. Así que para despejar el campo de cualquier vergüenza preferí dar un paso atrás. La dimisión no fue aceptada, el presidente fue firme en rechazarla y esto debo decir que me alegró mucho. Lo considero un gesto de mucha confianza para seguir adelante", explicó Cannvaro, campeón del mundo con Italia en 2006 y Balón de Oro ese mismo año.
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"Es un momento complicado, mis jugadores me escuchan pero cometemos demasiados errores individuales y eso no es nada bueno. Los jugadores que tengo a mi disposición vienen de un momento difícil, pero tienen que entender la diferencia entre jugar al fútbol y ganar partidos. Y para ganar partidos se necesita maldad", añadió.
Ahora el Benevento se concentrará en su ciudad deportiva para revertir la situación, una estrategia que ya siguió el Juventus la semana pasada y que, por el momento, parece estar dando resultado.
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"Es para volver a encontrarnos a nosotros mismos. Se lo debemos a quienes nos permiten hacer este trabajo, que es fantástico", sentenció Cannavaro.