El británico Christian Horner, director de la escudería de Fórmula 1 Red Bull, es objeto de una investigación auspiciada por el propio equipo, anunció este lunes un portavoz de la estructura, mientras un periódico neerlandés señala una acusación a nivel interno por "comportamiento inapropiado".
Citado por el periódico De Telegraaf, Horner indica que "rechaza totalmente esas acusaciones", que por el momento no han sido especificadas.
"Después de tener conocimiento de determinadas acusaciones recientes, la empresa lanzó una investigación independiente", declaró un portavoz de Red Bull, citado por la Agencia de Prensa británica Press Association.
"Este procedimiento, que ya está en curso, está dirigido por un abogado especializado externo. La empresa se toma muy en serio estas cuestiones y la investigación estará completada lo antes posible. No sería apropiado realizar más comentarios en este momento", añadió.
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Horner, de 50 años, es director de la escudería con sede en Milton Keynes (Reino Unido) desde su aparición en el 'paddock' de la Fórmula 1 en 2005.
Con él al mando, el equipo austríaco ganó siete títulos de campeón del mundo de pilotos, cuatro para el alemán Sebastian Vettel (de 2010 a 2013) y tres para el neerlandés Max Verstappen (de 2021 a 2023), y seis coronas mundiales de constructores (2010, 2011, 2012, 2013, 2022 y 2023).
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Red Bull, que tiene previsto presentar su nuevo monoplaza el 15 de febrero de cara al inicio de temporada el 2 de marzo en Baréin , fue el dominador hegemónico la temporada pasa imponiéndose en 21 de los 22 Grandes Premios de la temporada.
¿Cuál sería el castigo para Christian Horner?
Algunos reportes en Europa han indicado que Red Bull inició una investigación independiente sobre las últimas acusaciones, en donde se discutirán nuevas acciones y posibles consecuencias al más alto nivel directivo, pues fuentes cercanas del paddock aseguran que el equipo austriaco ha recomendado a Horner que renuncie.
Ahora, en la otra cara de la moneda, los abogados de Horner afirman que "él está siendo víctima de una lucha de poder interno dentro de la familia Red Bull, ya que las acusaciones son vistas como difamaciones destinadas a derrocar del poder en un intento de arrebatarle el control en la sede de Salzburgo", menciona 'Daily Mail'.