Uno de los partidos más esperados de la fecha ocho de La Liga de España era Atlético de Madrid contra Real Madrid , en el estadio Cívitas Metropolitano. Y es que era una nueva edición del derbi de la capital de España. Por eso, se esperaba que fuera una fiesta y se viviera un partidazo como para alquilar balcón, teniendo en cuenta la calidad de equipos y rivalidad.
Sin embargo, 'pesó' más esto último. Las diferencias entre 'colchoneros' y 'merengues' siempre han sido evidentes en la historia; razón por la que cada gesto o detalle, no lo toman de la mejor manera. Este domingo 29 de septiembre, sucedió una situación reprochable, inesperada y llevó a la suspensión momentánea del compromiso, por decisión del árbitro.
Cuando transcurría el minuto 65, Eder Militao abrió el marcador, luego de un buen centro de Vinícius y mejor control del defensa central. Adentro del área, se perfiló, remató y venció al guardameta, Jan Oblak, para el 1-0 parcial. Todo era fiesta y alegría en las toldas de la 'casa blanca' hasta que llegaron un par de reacciones que desataron la locura en el encuentro.
El arquero, Thibaut Courtois, quien milita en las filas del Real Madrid y tuvo pasado en Atlético de Madrid, se giró hacia las gradas y le celebró a la hinchada 'colchonera'. Esto no gustó nada y le lanzaron varios encendedores, lo que puso en alto riesgo la integridad del belga. En ese instante, el juez central, Mateo Busquets Ferrer, tomó drásticas decisiones.
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No le 'tembló el pulso' y a pesar de que era su primer derbi madrileño, suspendió provisionalmente el partido al minuto 69. El director técnico, Diego Simeone, se acercó a sus aficionados, pidiéndoles calma, cabeza fría y que entiendan que no estuvo bien lo acontecido, que no afectaran el espectáculo. Finalmente, volvieron a las canchas y todo continuó normal.