Varios miembros de los grupos ultras del Atlético de Madrid y del Feyenoord se citaron el martes en un bosque de Madrid para tener una pelea pactada de la que la Policía Nacional ya ha tenido conocimiento.
Según han informado a 'EFE' fuentes policiales, la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid está al tanto de la pelea pero no ha abierto una investigación dado que no se ha interpuesto una denuncia.
El encuentro entre los miembros del Frente Atlético y de los grupos Rótterdam Jongeren Kern y Firm FIIIR, ambos aficionados del combinado neerlandés, tuvo lugar el pasado martes en una zona boscosa de Madrid, según ha adelantado el diario 'ABC'.
Un día después, durante el transcurso del partido de Liga de Campeones que enfrentó a ambos equipos de fútbol, los aficionados del Feyenoord causaron disturbios en una zona VIP del Estadio Metropolitano y seis personas fueron detenidas.
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Cinco fueron arrestadas por presuntos delitos de lesiones y una por atentado contra la autoridad. Todos los detenidos son hombres de entre 20 y 52 años, además de un menor de 17 años.
No obstante, la pelea previa al partido fue pactada, secreta y lejos de los ojos de la Policía. Apenas duró unos minutos, como es común en este tipo de encuentros entre grupos ultras.
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Más de 4.000 aficionados del Feyenoord se desplazaron a Madrid y en los días previos al partido protagonizaron otros actos vandálicos, como la pintada de un enorme grafiti en una tapia con la catedral de la Almudena y otros monumentos al fondo del paisaje, de acuerdo con la información de 'ABC'.
Los grupos ultras suelen pactar que estas peleas sean sin palos ni cuchillos: solo la fuerza física, pudiendo emplear bucales, cascos y vendajes propios de las artes marciales mixtas.
En ocasiones, los agentes son capaces de frustrar este tipo de enfrentamientos. A finales de septiembre, la Policía Nacional frenó dos quedadas de grupos ultra del Sevilla y del Betis con otros del Lens francés y del Cádiz, respectivamente.
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