Kevin Trapp, portero alemán del Eintracht Frankfurt , dedicó elogios a su rival en la final de la Supercopa de Europa el 10 de agosto, el Real Madrid, del que destacó su historial con la conquista de catorce Copas de Europa y admitió que enfrentarse al club blanco "es lo máximo" que puede conseguir un futbolista.
"Sólo siento alegría por tener la oportunidad de jugar contra un equipo como el Real Madrid. No hay nada mejor que poder ganar un título así, nada más empezar la temporada, contra un equipo de renombre. Y cuando puedes competir ante un rival que ha ganado catorce veces la Champions League, es lo máximo que puedes conseguir", dijo en una entrevista a UEFA.
Tras su paso por el PSG y el regreso al Eintracht, el portero destacó el crecimiento que tuvo saliendo de su país, que le ha servido para alcanzar el mejor de sus niveles, siendo una pieza clave en la conquista de la última edición de la Liga Europa, el primer título internacional de su carrera.
Publicidad
"Llegué a París de un club de media tabla que no había competido realmente por un título y pasé a uno que quería ganar la Champions. Tenía suficiente confianza; de lo contrario, no lo habría hecho. Pero diría, mirando atrás y con la experiencia que tengo hoy, que me faltaban uno o dos aspectos de mi personalidad al principio para sentirme tan a gusto allí como me sentí al final", valoró.
"Todas esas cosas que aprendí estando en el extranjero: un nuevo idioma, cómo integrarme con jugadores nuevos. Me lo he traído a Fráncfort y ahora valoro de otra forma cuando llegan aquí jugadores nuevos de otro país", añadió.
Publicidad
Trapp aseguró sentirse "especialmente feliz" por la oportunidad de jugar la Liga de Campeones por primera vez en la historia del Eintracht. "Es pura felicidad y se nota en el ambiente, en toda la región, en el club y en el equipo. Tenemos muchas ganas de jugar al máximo nivel europeo de clubes y de ponernos a prueba contra los demás equipos".
Y guarda entre sus mejores recuerdos una parada clave en la final de Sevilla de la Liga Europa, a Ryan Kent. "No sé si fue mi mejor parada, pero sí una de las más importantes. Sabes que no hay un partido de vuelta. Es ese partido y después se acabó. O te vas a casa con el trofeo o te vas con unas palmaditas en la espalda".