El Newcastle se ha revitalizado desde su adquisición por un consorcio financiado por Arabia Saudí en 2021 y compitió con garra en su primera final de Copa en 24 años. Otra de las novedades fue la reaparicion de Loris Karius quien luego de dos años volvió a disputar un partido oficial.
El Newcastle, sacado de la zona de descenso la temporada pasada por su entrenador, Eddie Howe, es quinto en la Premier League, un gigante dormido que despierta tras décadas como el hazmerreír del fútbol inglés.
La fanática "Toon Army" del Newcastle convirtió una mitad de Wembley en un mar de blanco y negro mientras entonaban cánticos de alabanza a sus héroes mucho más de una hora antes del saque inicial.
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Pero esa muestra de pasión geordie resultó ser el punto culminante del día para el Newcastle, ya que el United aguó la fiesta con un estilo sereno.
El Newcastle temía que el portero suplente Loris Karius se viera expuesto en su primera gran ocasión desde que sus errores provocaron la derrota del Liverpool en la final de la Liga de Campeones de 2018 ante el Real Madrid.
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Jugando en lugar del sancionado Nick Pope, Karius podría sentir que podría haberlo hecho mejor con el segundo gol del United, pero no fue el culpable de la derrota del Newcastle.
Allan Saint-Maximin tuvo la mejor oportunidad del Newcastle para adelantarse en el marcador, cuando superó a Diogo Dalot con un fuerte disparo que David De Gea repelió con la mano extendida.
Fue una parada crucial, ya que el United se adelantó instantes después, en el minuto 33.
El lanzamiento de falta de Luke Shaw se dirigió hacia el área pequeña del Newcastle, y Casemiro sincronizó a la perfección su carrera para batir a Karius de un certero cabezazo.
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Fue la justa recompensa a la última gran actuación del centrocampista del United tras su fichaje por el Real Madrid el año pasado.
El United dobló su ventaja en el minuto 39.
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Un pase de Wout Weghorst encontró a Marcus Rashford dentro del área y, ante la lenta reacción de los defensas del Newcastle, conectó un disparo a destiempo que se desvió en Botman y se coló por encima de Karius, que estaba desorientado.
El Newcastle asedió la portería de De Gea en la segunda parte, pero los hombres de Ten Hag se negaron a ceder, mostrando el deseo y la organización que exige su entrenador.
Si el último triunfo del United en la Copa de la Liga acabó como oro en paño, este éxito sugiere que la era Ten Hag está construida sobre cimientos mucho más sólidos.
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