560 días después, el Santiago Bernabéu volverá a acoger un partido de fútbol este domingo, el que enfrenta al Real Madrid contra el Celta de Vigo (2:00 p. m. hora Colombia), y lo hará a medio camino de la remodelación que arrancó en junio 2019 con el fin de convertirlo en un “estadio vanguardista”.
Todo será muy diferente a aquel 1 de marzo de 2020 en el que el Real Madrid venció al Barcelona (2-0) con goles de Vinicius Junior y Mariano Díaz. El recibimiento al autobús del equipo, con miles de personas agolpadas, queda, de momento, en el recuerdo de un día en el que Cristiano Ronaldo volvía a la que fue su casa y, sin saberlo, presenció el último encuentro del Santiago Bernabéu tal y como se conocía.
En la vuelta del fútbol tras el parón provocado por la pandemia de la covid-19, el Real Madrid decidió utilizar el Alfredo di Stéfano como estadio para actuar como local con el objetivo de avanzar con mayor celeridad las obras de remodelación de su feudo habitual que, 560 días después y aún sin terminar, afronta los últimos detalles para albergar un partido de fútbol.
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Estos necesarios avances han sido, primero, la instalación del nuevo césped, traído desde Cáceres y fabricado por la empresa Tapiz Verde, que se usará hasta que, en las últimas fases de las obras, allá por finales de 2022, se instale el césped retráctil gracias al cual el estadio madridista podrá cambiar su piel y acoger todo tipo de eventos para ser un recinto multidisciplinar en el corazón de Madrid.
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Trabajando ahora en el montaje de los banquillos, las porterías, las vallas publicitarias, las lonas que cubren la grada baja al no estar disponibles para la instalación de los asientos y en la desinfección de las localidades que acogerán a alrededor de 48.000 espectadores que se darán cita contra el Celta de Vigo, cumpliendo con el 60 por 100 de aforo aprobado por Sanidad y Comunidades Autónomas a principios de mes.
Para comprar las entradas, el Real Madrid estableció un proceso a seguir en el que dio prioridad a los socios abonados y euroabonados. Tras ellos, y desde ayer jueves, el resto del público que quiera acudir puede hacerse con su localidad.
Eso sí, este proceso de venta online conlleva un problema mayúsculo para aquellas personas, generalmente de avanzada edad, que no tengan un smartphone ya que el club especifica en el proceso de compra que “la entrada descargada en móvil será el único documento válido de acceso para compras realizadas online”.
Para los accesos, que serán escalonados para respetar las medidas sanitarias, se habilitarán las nuevas torres a pesar de que aún no presentan su estado definitivo. De ellas se aprecia su estructura metálica y están equipadas con rampas, escaleras mecánicas y ascensores.
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También tienen una función arquitectónica, ya que, junto a las nuevas cerchas, sujetarán el techo que cubrirá el Santiago Bernabéu. El plan establece que la nueva cubierta protegerá todos los asientos con una estructura fija, mientras que la retráctil se extenderá por el terreno de juego.
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Otra de las novedades más llamativas que podrán observar los aficionados es la demolición del edificio anexo que albergaba tiendas y oficinas del club y que será reemplazado por otro, integrado en la estructura del estadio y que contará con “diez niveles funcionales y tres subterráneos”, según especifica el club en su página web.
Con más de un año de obras aún por delante, que a partir de ahora sufrirán parones al volver el fútbol al Santiago Bernabéu, el Real Madrid vuelve a su casa.