El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, pidió este miércoles en Atenas ayuda para conseguir erradicar la violencia del fútbol, al tiempo que reiteró su condena a los enfrentamientos de hinchas que la semana pasada causaron un muerto y ocho heridos en la capital helena.
"Tenemos que colaborar, incluso a nivel del Consejo de Europa. Pido a todos que nos ayuden, incluso a la prensa" dijo Ceferin en una rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro griego, el conservador Kyriacos Mitsotakis.
"Estamos furiosos porque algunas personas utilizan los partidos de fútbol para cometer actos delictivos. No les llamen aficionados sino el cáncer del fútbol", añadió.
Ceferin se entrevistó con Mitsotakis a pocas horas de asistir a la final de la Supercopa de Europa de fútbol que disputarán el Sevilla FC y el Manchester City en el estadio Georgios Karaiskakis, en El Pireo (Grecia) a partir de las 2:00 p.m. (hora de Colombia) de hoy.
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El encuentro tiene lugar una semana después de los violentos enfrentamientos entre hinchas del Dinamo Zagreb y el AEK Atenas, que en la noche del 7 al 8 de agosto causaron la muerte de un aficionado del equipo griego, de 29 años.
"Nuestro país acoge la final de la Supercopa europea. Normalmente, un acontecimiento así sólo debería marcar el encuentro pacífico de aficionados de distintos equipos y países. Pero, desgraciadamente, se está celebrando a la sombra de un duelo porque algunas bandas criminales así lo han querido", declaró Mitsotakis.
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El mandatario resaltó que para evitar nuevos incidentes se han adoptado una serie de medidas, como la clausura de organizaciones de aficionados que no estén vinculados oficialmente al club oficial.
Además, el Gobierno heleno ha acordado con los principales clubes del país que se ha transferirá a la policía la responsabilidad de controlar las entradas de los aficionados organizados que hayan causado problemas en el pasado.
La Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) condenó la semana pasada el asesinato del aficionado del AEK.
Más de cien personas, entre ellos 94 croatas, fueron detenidos y comparecieron la semana pasada ante la fiscalía de Atenas, sospechosos de haber estado implicados en el apuñalamiento del hombre griego.
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