La delegación del Gobierno de Roma prohibió este sábado la venta de entradas a los aficionados del Feyenoord y cerró el sector visitante del Estadio Olímpico para el partido de cuartos de final de Liga Europa entre el Roma y el combinado neerlandés del próximo 20 de abril.
La prohibición no solo se queda en el sector visitante, sino que se extiende a cualquier residente en Países Bajos que intente adquirir pase para el resto de sectores del estadio.
La medida llega como precaución tras lo sucedido el pasado 15 de marzo en Nápoles con los aficionados 'ultra' del Eintracht de Fráncfort. La delegación del Gobierno de Nápoles tomó la misma iniciativa pero no impidió que los hinchas alemanes viajaran sin entrada y provocaran el caos en el centro de la ciudad el día del partido de vuelta de octavos de final de Liga de Campeones.
Las aficiones de Roma y Feyenoord tienen, además, sus cuentas pendientes particulares. Los partidos de la eliminatoria reeditarán la final de la primera edición de la historia de la Liga Conferencia, disputada el pasado 25 de mayo en Albania, que se llevó el conjunto que dirige el luso José Mourinho gracias a un gol del italiano Nicolo Zaniolo, ahora en el Galatasaray.
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La final no solo fue de una pugna por un título europeo, sino una especie de revancha para los 'giallorossi' tras lo sucedido en 2015, unos actos vandálicos de los aficionados ultras neerlandeses que terminaron dañando la emblemática fuente de Plaza de España, la 'Barcaccia' de Gian Lorenzo Bernini.
Una acción que tuvo consecuencias a corto plazo, ya que el Tribunal Penal de Roma condenó a seis hinchas del Feyenoord con penas de cárcel; y a largo plazo, ya que la afición de Rotterdam no pudo comprar entradas para el partido de su equipo contra el Lazio de Liga Europa en 2019.
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Por su parte, el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, desveló hace unos días que pidió al ministros del Interior, Matteo Piantedosi, que "evaluara la prohibición de viajar para los fanáticos del Feyenoord y que tuviera una actitud muy dura para proteger la ciudad de Roma y el país", especialmente interesado en evitar cualquier altercado.
Y es que el partido y la posible llegada de aficionados ultra del Feyenoord coincide con una fecha clave en el espectro político italiano, ya que justo en esos días llegará a Roma una delegación de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE, por sus siglas en inglés), que realizará una última inspección para valorar la viabilidad de la ciudad para albergar la EXPO 2030.