El atacante internacional neerlandés del Spartak Moscú Quincy Promes, juzgado por haber apuñalado a un primo durante una celebración familiar, fue condenado este lunes, sin su presencia en el tribunal de Ámsterdam, a 18 meses de prisión.
El futbolista de 31 años, que se había declarado no culpable de "intento de homicidio involuntario", vive en Rusia y no asistió al proceso. La acusación estimó que era "prematuro", reclamar su extradición.
El delantero está "decepcionado" por esta decisión, que va a recurrir, indicó luego su abogado, Robert Malewicz, a la agencia neerlandesa ANP.
Quincy Promes estaba acusado de haber atacado a su primo en una pierna durante una fiesta de cumpleaños en julio de 2020 cuando estalló un altercado por un supuesto collar robado.
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El tribunal explicó que "tomó en consideración el hecho de que el sospechoso era un jugador profesional y una personalidad pública en el momento de tomar una decisión ejemplar".
"El tribunal reprocha igualmente al sospechoso no haber asumido sus responsabilidades", añadió.
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El fiscal, que había reclamado dos años de prisión el año pasado, tuvo que descartar las acusaciones de intento de asesinato ante la falta de pruebas.
La investigación se desencadenó después de unas escuchas telefónicas en el marco de un caso distinto, de tráfico de drogas, que también implica a Promes.
El jugador está también acusado desde mayo de haber importado varios centenares de kilogramos de cocaína, principalmente a través del puerto de Amberes (Bélgica).
"Hemos hablado rápidamente después del veredicto", añadió Malewicz. "Estaba decepcionado. Vamos a estudiar todo de manera atenta pero ya ha pedido recurrir", explicó el abogado.
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Promes, que marcó siete tantos en 50 partidos con la selección neerlandesa, disputó la Eurocopa en 2021 con su equipo nacional, pero no ha sido convocado por la Oranje desde entonces.