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El equipo de fútbol que tuvo que huir por los bombardeos a una ciudad de Ucrania

Los jugadores se fueron de Mariúpol cuando fue invadida por los rusos y esperan continuar su actividad profesional a pesar del conflicto bélico.

FSC Mariúpol
A seis meses de la inviasión rusa, el FSC Mariúpol intenta retomar la actividad profesional.
DIMITAR DILKOFF/AFP

Con el inicio de la temporada de fútbol en Ucrania este martes, pese a la invasión de Rusia, los futbolistas de un club de Mariúpol esperan de alguna manera poder honrar a una ciudad devastada por los combates y bajo ocupación rusa.

El FSC Mariúpol se entrena ahora en el minúsculo estadio de Demidov, a 20 kilómetros al norte de Kiev, pero a cientos de kilómetros de su localidad, de donde los jugadores lograron escapar antes de que los rusos tomaran el control por completo.

Oleksandre Yaroshenko, el presidente del club, explicó a la 'AFP' que motiva a sus protegidos diciéndoles que no juegan simplemente al fútbol sino que deben hacerlo porque son Mariúpol.

Dos días antes de la invasión rusa lanzada el 24 de febrero, el equipo estaba jugando un partido amistoso, recuerda Yaroshenko, cuando nadie esperaba un ataque.

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A partir del 24 de febrero cayeron las primeras bombas sobre la ciudad, rodeada en pocos días por las fuerzas rusas. Pronto, se cortaron la electricidad y el agua corriente. En ese momento, los futbolistas y entrenadores se refugiaron en la sede de FSC Mariúpol en el centro de la urbe.

Yaroshenko, que también tiene un negocio en el sector sanitario, se ofreció como voluntario para coordinar las instalaciones médicas en la ciudad, que se enfrentaba en ese momento a bombardeos masivos y destructivos.

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Primero, pidió a los jugadores que abandonaran Mariúpol en un autobús oficial estacionado a pocos metros del estadio. Pero, por miedo a dejar a sus seres queridos o ser atacados en el camino, la mayoría se negó.

Fue una semana después cuando cambiaron de opinión para marcharse del municipio.

Recuperar la moral

"Nuestro objetivo pasaba por dejar Mariúpol. No habíamos planeado estar juntos en ningún otro lugar", cuenta Yaroshenko.

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Inicialmente, el equipo sólo logró llegar a Berdyansk, un municipio controlado por el ejército ruso. Desde allí, tomaron diferentes rumbos, unos a Georgia y otros a Polonia, e incluso a la anexionada Crimea.

El FSC Mariúpol jugará en la segunda división de Ucrania y su primer partido de temporada será contra el Karpaty de Leópolis.

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El principal club de la ciudad, el FC Mariúpol, que juega en la primera división ucraniana, recibió la autorización de no participar esta temporada y volver a la próxima.

La decisión de comenzar la temporada de fútbol, pese a la guerra, provino del propio presidente Volodimir Zelenski en persona, con el propósito de recuperar la moral de la población.

Los encuentros se disputarán sin espectadores por razones de seguridad y muchos clubes no lo harán en sus estadios sino en áreas más seguras del oeste y centro de Ucrania.

La guerra tuvo un efecto devastador en los clubes ucranianos, especialmente en los más pequeños, que cuentan con un escaso presupuesto.

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Sólo 10 futbolistas del FSC Mariúplograron llegar a su nueva base en un barrio de Kiev. El equipo ha sido completado por jóvenes de otros equipos, incluso de la región de Donetsk, también arrasada por el conflicto.

"En la actualidad, lo más importante es participar", precisa Yaroshenko. "No sabemos si el campeonato se podrá disputar hasta el final", añade.

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Sin embargo, presume de un "equipo ideológico, construido sobre la filosofía de que somos Mariúpol y que estamos vivos".

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