El ecuatoriano que tiene 78 años y va con todo a la Maratón de Chicago

En el mundo del atletismo todos sueñas con correr las competencias más importantes. Y es que no solo se trata de ganar o de meterse en el podio, sino también de hacer buenos registros y superarse a sí mismo. Tal es el objetivo que tenido durante toda su vida un ecuatoriano de 78 años que correrá la Maratón de Chicago. Se trata de Carlos Tamayo, un hombre oriundo de la región de Pichincha, en Ecuador, que se ha dedicado toda su vida al atletismo y que en esta oportunidad quiere dar por primera vez pasos agigantados y toda marcha fuera de su país. Fue a través del medio 'TUDN' que se conoció la historia de Carlos, quien, acompañado de su hija y de su esposa, reveló detalles sobre su aventura en este deporte. "Nací en el año de 1945, en esa época casi no había autos, carreteras, tocaba a pie y a caballo", dijo de entrada, justificando así cómo se enamoró del atletismo. Si bien sus cualidades las encontró por la necesidad de caminar y correr para movilizarse, fue la competencia y el compartir con su hermano sus primeras carreras. "La primera vez él me ganó, pero ahí me gustó y el siguiente año gané", contó entusiasmado el hombre ecuatoriano. Como es apenas normal, el tiempo no se detiene y ya no es el mismo de ante y lo admite: "Han pasado los años, ya no puedo entrenar mucho, tengo tendencia a lesiones de la rodilla, me han operado dos veces". A renglón seguido la que mostró su admiración fue su hija María Fernanda, quien lo acompañará en la Maratón de Chicago. "Mi referente es mi papá y mi hermana mayor, quien también es atleta", dijo con una sonrisa en el rostro. Y es que Carlos les ha inculcado a sus hijas los valores del deporte y el amor que se debe tener a la hora de practicarlo. "Disciplina, actitud y siempre seguir adelante", fueron los mayores aprendizajes que destacó María sobre su padre. Carlos lo tiene claro y no dudo en complementar diciendo que "siempre he sido muy exigente, cada paso es tu rival y para eso estamos".Por último, su esposa Susana Cañar tampoco se le queda atrás en sus pasos y lo apoya cada vez que sale a correr junto a sus hijas. "Siempre que salen a estos entrenamientos les digo que se cuiden y les doy la bendición", manifestó.