Desde Estados Unidos, el exjugador del Junior de Barranquilla le contó a GolCaracol.com cómo ha podido sobrellevar este tiempo en una de las partes del mundo que se ha visto más afectada por la crisis del COVID-19.
Nueva York se convirtió en el epicentro del coronavirus. Superó a países como China, España e Italia. El pasado lunes contaba con más de diez mil muertes y, en los últimos días, pasó de 25 a 200 personas fallecidas dentro de sus hogares, porque los centros médicos no dan abasto.
Bajo ese panorama se encuentra el exfutbolista colombiano Hayder Palacio, recordado por ser uno de los emblemáticos laterales derechos que tuvo el Junior a lo largo de su historia. Con el equipo barranquillero, jugó por más de diez años y consiguió dos títulos.
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Hoy, con 40 años de edad, de los cuales dos los lleva viviendo en Estados Unidos, tras colgar los guayos en 2012; le contó a GolCaracol.com cómo es ser testigo de primera mano de una de las mayores crisis humanitarias, que ha vivido una ciudad como Nueva York.
¿Por qué terminó en Estados Unidos?
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“Varias tías viven acá y nos dijeron que nos viniéramos. Tomé la decisión hace dos años. También llegué por intermedio de un amigo mexicano con quien trabajo en una escuela de fútbol. Trabajo también en una compañía constructora. Afortunadamente, nos ha ido muy bien”.
¿Cómo se encuentra en estos momentos?
“En medio de todo lo que está pasando acá, gracias a Dios toda la familia está bien de salud. Mi mamá vive con mi hermana, mi cuñado y mi sobrino en Long Island; yo estoy en Queens, que es una de las partes más afectadas de la ciudad, pero todos estamos bien. Hace un mes paramos todas nuestras actividades. Solo salimos a los supermercados, con mucha precaución”.
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¿Qué se siente estar en una de las ciudades más afectadas por el COVID-19?
“Sabemos que todo el mundo tiene mucho temor y más uno que hasta aquí en el epicentro del coronavirus. Tengo familia en Barranquilla y España, que también está complicada la situación; pero estamos con toda la fe de que ninguno se vea afectado”.
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¿Cuál ha sido el momento más duro durante este tiempo?
“No poder estar con mi mamá y mi hermana. Pasar todo el tiempo dentro de la casa también es difícil. No hacer nada, es complicado. Yo acá juego fútbol todos los sábados y es algo que extraño mucho”.
¿Tiene conocidos afectados por el coronavirus?
“Sí. Desafortunadamente al exmarido de una tía de mi esposa, murió la semana pasada; y también el patrocinador de nuestro equipo aquí, Junior de Nueva York, tristemente perdió a su hija, de 28 años”.
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