"Me retiro oficialmente del fútbol", dijo Karagounis, visiblemente emocionado en una rueda de prensa celebrada en Atenas.
El capitán de la selección de Grecia dejó el equipo nacional en junio, tras la eliminación en octavos de final del Mundial de Brasil, donde los griegos lograron el mejor resultado de su historia.
En su larga trayectoria, Karagounis, de 37 años, disputó 139 partidos con la camiseta helena con la que estuvo en dos Mundiales (2012 y 2014) y ganó la Eurocopa en 2004.
El centrocampista participó también en el Campeonato de Europa Sub-21 en 1998, ganó el doblete con el Panathinaikos en 2010 y consiguió la Copa de Italia con el Inter en 2005.
Tras pasar por clubes como el Panathinaikos, el Inter de Milán y el Benfica, Karagounis puso fin a su carrera profesional en el Fulham inglés con más de 550 partidos a sus espaldas.
"No planeaba retirarme, estaba entrenando por mi cuenta y pensando en mi último paso, pero, después de hablar con el presidente de la federación y con Claudio Ranieri, y tras recibir llamadas de mis excompañeros de equipo que querían que volviese, cambié de idea", afirmó el veterano.
"No puedo esperar a darle la bienvenida de nuevo. Los equipos nacionales de Grecia han sido su hogar desde que era un niño", aseguró el presidente de la Federación de Fútbol de Grecia, Giorgos Sarris, que calificó el nuevo puesto de Karagounis como "la decisión más fácil y agradable" de su carrera.
De cara a su nuevo papel en el conjunto que acaba de estrenar el italiano Claudio Ranieri, Karagounis señaló que llega para "ayudar con el cambio de entrenador y la salida de algunos jugadores importantes".
"Lo que importa ahora es conseguir buenos resultados y compensar la derrota ante Rumanía", destacó.
Grecia, miembro del Grupo F, iniciará los entrenamientos la próxima semana, pues se enfrentará a Finlandia el próximo 11 de octubre y a Irlanda del Norte el día 14.
"Me va a ser muy difícil no ponerme la equipación de entrenamiento y empezar a correr junto a mis compañeros", reconoció Karagounis.