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El calvario de la atleta bielorrusa de los Juegos Olímpicos parece haber llegado a su fin

Después de que Krystsina Tsimanouskaya señalara al Comité de su país y afirmara estar en riesgo, llegó a Polonia, donde recibió asilo político.

Tsimanouskaya, atleta bielorrusa
Tsimanouskaya, atleta bielorrusa
Getty Images

El viceministro polaco de Exteriores, Marcin Przydacz, aseguró este jueves que la atleta bielorrusa se encuentra "cansada, pero bien" y "en un lugar seguro".

Przydacz, que se congratuló de que el viaje de la corredora se desarrollase "sin muchas complicaciones", confirmó en una entrevista para la cadena TVN que la joven de 24 años "está y estará" en "un lugar seguro, libre y a salvo de todo", y aseguró que recibirá "protección" de las autoridades polacas.

"No solo los servicios (secretos) bielorrusos pueden estar interesados en Tsimanouskaya", advirtió el viceministro, quien explicó que la decisión de hacer escala en Viena en lugar de volar directamente a Varsovia se tomó a última hora y "por motivos de seguridad".

En alusión a posibles represalias a familiares de la atleta o contra la minoría polaca residente en Bielorrusia por parte del régimen de Lukashenko, Przydacz dijo que confiaba en que "no habrá provocaciones de Minsk por este asunto".

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Además, añadió que Polonia "tiene la experiencia de los últimos 30 años", durante los cuales "mucha gente de la oposición bielorrusa, periodistas también, han estado viniendo" a este país escapando del régimen de Lukashenko.

Señaló además que en su opinión las relaciones con Minsk "deben verse en el contexto de (las relaciones con) Rusia".

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Al mismo tiempo, Przydacz hizo un llamamiento a la Unión Europea a actuar contra Lukashenko y aseguró que su país "no cejará en sus actividades de apoyo" a la minoría polaca que reside en Bielorrusia.

Ofreció "un cuidado especial y una red de apoyo" a aquellos activistas demócratas que se sientan perseguidos por las autoridades de Minsk, aunque sus casos no sean tan "urgentes" como el de la atleta.

Tsimanouskaya, que competía en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se negó a regresar a su país por miedo a represalias, después de que el gobierno de Minsk la acusase de "inestabilidad emocional y psicológica".

La velocista se había quejado de la mala planificación de las autoridades deportivas bielorrusas y, puesto que en el pasado mostró su apoyo a la disidencia democrática en su país, declaró temer por su seguridad y pidió protección a la policía japonesa.

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Varsovia le concedió un visado humanitario a Tsimanouskaya y a su marido, Arseny Zdanevich, que viajó ayer desde Minsk hasta Ucrania.

El gobierno polaco, que dice haber aceptado casi 300 peticiones de asilo político de ciudadanos bielorrusos en lo que va de año, ofrece un programa de protección legal y ayuda económica a los inmigrantes de aquel país, cuyo número en Polonia asciende a unos 100.000

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