Rememorar la infancia en Argentina suele incluir una escena en la que niños corretean detrás de una pelota, aunque sea de trapo. Jorge Bergoglio era un 'pibe' del porteño barrio de Flores
, aficionado al fútbol y fanático de San Lorenzo, pero era un 'pata dura': no jugaba bien.
"Siempre me gustó jugar al fútbol, daba igual que no fuera muy bueno. En Buenos Aires, a los que eran como yo los llamaban 'pata dura'. Algo así como tener dos pies izquierdos. Pero jugaba. A menudo hacía de portero", explicaría ocho décadas después el Papa Francisco en su autobiografía 'Esperanza' (2025), escrita a partir de conversaciones con el periodista italiano Carlo Musso.
Aquel futbolista "feliz" pese a ser un 'pata dura', nacido el 17 de diciembre de 1936 y fallecido este lunes en su residencia de la Casa Santa Marta, se convirtió en 2013 en la máxima autoridad de la Iglesia Católica.
En un gesto poco frecuente en los ocupantes de la Silla de San Pedro, Bergoglio exhibió desde el comienzo su amor por el fútbol, recibió en la Santa Sede a delegaciones de equipos de todo el mundo y saludó, con especial efusividad, a cuantos feligreses le salían al encuentro con camisetas de Argentina y, cómo no, de San Lorenzo.
Porque aquel 'pata dura' era seguidor del club fundado en 1908 por un cura, el padre Lorenzo Massa.
Mientras jugaba en el potrero (terreno baldío), el niño Bergoglio soñaba con el delirante ataque de Rinaldo Martino, René Pontoni y Armando Farro, una delantera que recitó durante toda su vida, como el resto del once del 'Ciclón' de 1946 -campeón en Argentina y protagonista de una inolvidable gira por España y Portugal-, aquel equipo del que se enamoró cuando su padre le llevaba al Viejo Gasómetro, antiguo estadio 'cuervo'.
"Vi casi todos los partidos en casa del campeonato de 1946, que ganaríamos pocos días antes de que yo cumpliera 10 años y, más de 70 años después, tengo presente a aquel equipo como si fuera ayer: Blazina, Vanzini, Basso, Zubieta, Greco, Colombo, Imbelloni, Farro, Martino, Silva... Los diez magníficos. Y luego... Luego estaba Pontoni. René Alejandro Pontoni, el delantero centro, el goleador del San Lorenzo, el que arrastraba el 'Ciclón', mi preferido", recordaba en el citado libro.
El San Lorenzo migró de aquella cancha al Nuevo Gasómetro, que en la actualidad alberga en su museo un estatua de Francisco, en la que aparece ataviado con la sotana, la esclavina y el solideo papal, mientras una bufanda azulgrana rodea su cuello.
Si todo sigue según lo previsto, la nueva cancha de la entidad azulgrana -en los terrenos del Viejo Gasómetro- llevará el nombre de papa Francisco, algo que, confesó, a él no le entusiasmaba.