El Nápoles tiene al alcance de su mano la clasificación a cuartos de final de la Champions League por primera vez en su historia, en un partido en casa en el que solo tiene que hacer bueno el 2-0 obtenido en la ida ante un Eintracht de Frankfurt que buscará la épica contra uno de los equipos más en forma de Europa.
Este Nápoles, el del georgiano Kvicha Kvaratskhelia, el nigeriano Victor Osimhen y el italiano Luciano Spalletti, quiere seguir engrandeciendo una temporada que, salvo mayúscula sorpresa, será histórica.
Y es que el conjunto partenopeo nunca ha accedido a los cuartos de final de la Liga de Campeones, una hazaña que tiene a tan solo noventa minutos y que encarará arropado por su gente en el estadio Diego Armando Maradona, volcado con un equipo que ha devuelto la ilusión a una ciudad 33 años después de que el propio "Pelusa" levantara el último 'scudetto' de su palmarés en 1990.
El combinado 'azzurro' porta el cartel de favorito ya no solo por el resultado de la ida, sino por la brillante temporada que está rubricando en el campeonato doméstico, en el que marcha primero con una ventaja de 18 puntos sobre el segundo a ritmo de campeón.
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Podrá contar Spalletti con toda la plantilla a excepción del italiano Giacomo Raspadori, todavía lesionado, aunque con la duda del estado físico del mexicano Hirving Lozano, que se perdió el partido en Serie A por un resentimiento muscular.
El técnico formará con el sistema habitual, con 'Kvara' y Osimhen acaparando los focos de en un once en el que Spalletti podrá alinear, recuperados de sus molestias, al italiano Alex Meret bajo palos y al surcoreano Kim Min-Jae en el centro de la zaga, dos jugadores claves e inamovibles del cuadro napolitano.
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El Eintracht Frankfurt, sexto en la tabla de la Bundesliga, llega Nápoles con el lastre del 0-2 del partido de ida, lo que obliga a marcar tres tantos más que el equipo partenopeo.
No obstante al reto acuden sin darse por eliminados, conscientes que en la pasada campaña derrotaron a domicilio al Barcelona (2-3, con un 0-3 a diez minutos del final) y que hace apenas dos jornadas de la Serie A el Nápoles cayó en casa ante el Lazio (0-1).
El Eintracht, sin embargo, llega con el lastre de que Randal Kolo Muani, el máximo goleador de la Bundesliga, pero con tarjeta roja en la ida, se pierde el enfrentamiento con el Nápoles, al igual que probablemente Jesper Lindström, que sufrió una lesión en el tobillo en el entrenamiento de la semana pasada.
A Lindström le sustituirá probablemente Sebastian Rode y en cuanto a Muani. se uniría al colombiano Rafael Santos Borré, que demostró la temporada pasada que puede rendir al máximo bajo presión y que ha acumulado cuatro goles en cada uno de los últimos cuatro partidos en el camino previo.
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El enfrentamiento del miércoles se producirá sin aficionados del Eintracht como resultado de las disputas legales en torno a la venta de entradas. "En primer lugar, espero que podamos entrar al país", bromeó el entrenador del Eintracht, Oliver Glasner, a propósito de las circunstancias en las que se jugará el encuentro.