El rumor del fallecimiento de Diego Maradona se regó como pólvora cuando muchos creían que le había ganado este nuevo pulso a la muerte.
Desde el 3 de noviembre se recuperaba de una compleja cirugía para extraer un hematoma del cerebro.El 11, es decir hace 14 días, fue dado de alta, pero su estado era delicado y su corazón, acostumbrado a latir fuerte, dijo no más esta mañana.
Era cerca del mediodía y las afueras de la casa de Nordelta, en el distrito de Tigre, al norte de Buenos Aires, se llenaron de periodistas, tan tristes y apesadumbrados como los seguidores.
“‘El Diego’, el ‘Barrilete Cósmico’, el que nunca manchó la pelota y ahora la desinfló, se llevó al fútbol con él”, señaló un seguidor.
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Una caravana de vehículos que transportaba los restos mortales del ídolo argentino salió entre aplausos con rumbo a la morgue del Hospital de San Fernando para la autopsia. Solo entonces se confirmarán las causas de la muerte que, según anticipó el fiscal,tiene todas las características de un deceso natural por paro cardiorrespiratorio.
Entretanto, trascendió que Maradona enfrentaba un nuevo síndrome de abstinencia. Hacía años que había superado la adicción a las drogas alucinógenas, pero seguía consumiendo alcohol, aún medicado con tranquilizantes y ansiolíticos.
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Se habló de una velación masiva en La Bombonera, el estadio del Boca Juniors. Así le habría gustado a la familia, pero se descartó por la pandemia.
El presidente Alberto Fernández decretó tres días de duelo y ofreció la Casa Rosada para los homenajes finales a un hombre que dio gloria a Argentina.
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