De vender café y subastar medallas, a bañarse de gloria en los Juegos Panamericanos

Con tres oros en las dos primeras jornadas de los Juegos de Santiago-2023, los clavadistas de México están reivindicándose como la potencia panamericana en un año en que tuvieron que recurrir a fórmulas imaginativas ante la pérdida de apoyos públicos.Los atletas de los deportes acuáticos mexicanos dejaron de recibir sus becas a principios de año en medio del conflicto entre la Comisión Nacional del Deporte (Conade) y la federación internacional (World Aquatics), que había asumido las funciones de la federación mexicana por las acusaciones de corrupción contra su presidente, Kiril Todorov.Sin los recursos que les aportaba la Conade, los prestigiosos clavadistas mexicanos debieron afrontar los gastos de competir en pruebas internacionales como el Mundial de natación de Fukuoka (Japón) de julio.Gabriela Agúndez y Alejandra Orozco, oro y plata en la plataforma de 10 metros en Santiago-2023, llegaron a plantearse subastar las medallas de bronce que lograron en los Juegos Olímpicos de Tokio para poder viajar al Mundial, donde estaban en juego cupos para París-2024."No teníamos recursos suficientes para viajar con nuestro entrenador y una persona médica. Por eso hicimos un plan A, B, C, y el Z era subastar la medalla", explicó Orozco a la AFP."Era algo desesperado pero queríamos ir a ese campeonato y traer ese boleto olímpico y que no quedara un hueco generacional", razona.Orozco, de 26 años, y Agúndez, de 23, conservaron finalmente sus medallas al recibir apoyo de empresas privadas para viajar a Fukuoka, donde consiguieron los cupos olímpicos para México."Estamos muy motivados"Figura nacional desde su plata en Londres-2012 con 15 años, Orozco y la pujante Agúndez son los rostros actuales del deporte que más éxitos olímpicos ha dado a México, lo que facilitó que consiguieran algunos patrocinios que sumar a la remuneración que reciben por ser atletas militares.Más difícil lo tuvieron otros miembros del equipo como Randal Willars y Kevin Berlín, la dupla ganadora del oro en plataforma 10m sincronizada de Santiago, o Diego Balleza y Andrés Villarreal, que no compiten en los Panamericanos.Balleza y Villarreal levantaron una cierta polémica en México al buscar ingresos abriendo una cuenta de OnlyFans, una plataforma donde compartir fotos y vídeos de tinte erótico a cambio de una suscripción.Berlín, por su parte, lanzó junto a su familia una marca de café cosechado en su natal estado de Veracruz (este).Con las ventas de "Olimpiada Café" espera recaudar lo suficiente para participar en París-2024, tras quedarse a las puertas del podio en Tokio."Obviamente esto va a ayudar a promocionarlo", dijo un sonriente Berlín con su oro de Santiago en el pecho.Su compañero Randall Willars, al que han financiado las populares actrices mexicanas Martha Higareda y Karla Souza, reconoció que las dificultades que afrontan han servido también de estímulo para brillar en los Panamericanos."Con apoyo o sin apoyo nuestro sueño sigue siendo el mismo", dijo Willars a la AFP. "Todos nos sentimos muy motivados y el equipo está bastante unido, lo que anímicamente tiene mucho que ver para los resultados que se están dando"."Hacemos nuestro trabajo, lo demás no depende de nosotras. Ahora estamos viendo cómo se solucionan las cosas", apunta Orozco.Mientras el reloj avanza hacia París-2024, los clavados son una punta de lanza del exitoso inicio de México en los Juegos de Santiago, donde ocupa el segundo lugar del medallero con 11 oros, solo por detrás de la hegemónica Estados Unidos."Ojalá que (estos resultados) sean una buena señal para que haya mejoras", afirmó Orozco.Su compañera y amiga Gabriela Agúndez, radiante tras ganar su primer gran oro internacional, resumió la mentalidad del equipo: "Cuanto más dífícil sea el camino, más bonito se siente el triunfo".