Terminaron 25 días de mucho fútbol. Del jueves 19 de enero al domingo 12 de febrero, fuimos testigos de quienes pueden llegar a ser las futuras estrellas de nuestro continente con el Sudamericano Sub-20 2023. Cali y Bogotá, se vistieron de gala para recibir a estas nuevas joyas, que no solo dejaron ver su talento en la cancha, sino que además pudimos conocer sus historias, como fue el caso de Jhon Jaider Vélez.
Nacido en Barranquilla, el 25 de julio de 2003 (19 años de edad), ya cuenta con una interesante experiencia defendiendo la camiseta de 'la tricolor' Sub-20. Sus estadísticas dicen que son 17 partidos, un gol, una asistencia, cinco tarjetas amarillas y una expulsión, para un total de 999 minutos, entre torneos oficiales y preparatorios, siempre bajo el mando de Héctor Cárdenas.
En la reciente edición del Sudamericano, el mediocampista tuvo la oportunidad de jugar contra Perú, Argentina, Uruguay, Paraguay, Ecuador y Venezuela. Justamente, en la última jornada, que finalizó con triunfo 2-1 sobre 'la Vinotinto', se vistió de '10' y le dio el pase gol a Alexis Castillo Manyoma. Fue un trabajo sobresaliente y el alto respaldo que recibió es una fiel prueba de ello.
Sin embargo, llegar hasta donde está, no ha sido nada fácil. A pesar de su corta edad y que su carrera profesional recién está empezando, ya ha tenido que superar varias pruebas, tanto adentro como afuera de la cancha. De hecho, gracias a su dedicación, se ha convertido en una pieza fundamental en su familia, con el fin de que salgan adelante y puedan llevar una mejor vida.
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Y es que detrás de cada uno de estos jugadores hay historias que valen la pena conocer. Por eso, para saber más de todo lo que ha tenido que vivir este joven volante, en Gol Caracol hablamos con Richard Garcés, uno de los primeros técnicos y formadores que tuvo Jhon Jaider Vélez. El 'profe' se la jugó desde el día uno por él y jamás le ha dado la espalda, todo lo contrario.
En esta charla descubriremos varias situaciones que el actual futbolista del Barranquilla Fútbol Club ha padecido, cómo se ha convertido casi que en un 'salvador' en su familia, sus inicios, sueños y demás circunstancias que confirman que para ser alguien en la vida o conseguir ciertos logros, siempre será importante la entrega, el esfuerzo, los sacrificios y también la disciplina.
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¿Cómo conoció a Jhon Jaider?
"Compartí con él desde que empezó a darse a conocer en las divisiones juveniles del fútbol, dando el salto al equipo Sub-16 y después a la Selección Atlántico, en 2003. Ahí, lo llamo a él y a varios que estaban en la 'B' del Barranquilla y se da su inicio de la carrera. Desde ese momento, empezamos a compartir más, conocernos, ver su proceso y el crecimiento".
¿Siempre jugó en la mitad del campo?
"No; de hecho, era central, pero por su proyección, empezamos a trabajarlo de medio centro, que es donde se desempeña actualmente. Se adaptó muy bien a la posición e hizo grandes cosas. Sin embargo, en la Selección lo alternábamos por su polifuncionalidad. Siempre ha sido un jugador que se acopla a todo, desde que lo tengo que fue a los 14-15 años".
¿Cómo fueron los inicios de él?
"Jhon Vélez vivía en una zona marginal, con una familia de escasos recursos y varias dificultades. Entonces, cuando llega la pandemia, en 2020, y me nombran asistente de la 'B' del Barranquilla, él no se conectaba a las clases, pero no porque no quisiera, sino porque la situación era crítica y no tenía cómo conectarse y participar; el compromiso siempre lo tuvo".
Situación complicada...
"Desde el club empezamos a hacerle seguimiento a los jugadores y nos dimos cuenta de ello, así que decidimos ayudarlo y darle una mano grande porque no tenían internet, ni buena alimentación ni muchas otras cosas. Lo bueno es que supo aprovechar la oportunidad y prueba de ello es que donde uno le dijera que jugara, lo hacía y rendía de gran manera".
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¿Qué otra clase de ayudas le dieron?
"Ha sido un proceso donde el acompañamiento y lo interdisciplinario ha hecho que él crezca a nivel personal y deportivo porque después de ahí con los logros que adquirió, pudo sacar adelante a la familia y del barrio donde vivía. Con decirle que, ahora, lo pusieron a vivir en un apartamento, y ahí es donde uno se da cuenta de cómo es la vida y la lucha diaria".
¿Cuál fue la reacción de Jhon Jaider con estos cambios?
"Él siempre muy agradecido. Casualmente, se fue a vivir más arriba porque estaba creciendo y a nivel profesional estaba con Junior, entonces bien. Fue bueno porque le consiguieron trabajo a sus padres y si ellos están bien, él también como lo ha hecho saber. A partir de ahí, el hombre no la dejó caer, como se dice en términos futbolísticos y va para arriba".
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¿Todo eso ayudó para que se enfocara más en su carrera?
"Por supuesto. Él debuta contra Cartagena y le fue bastante bien quedamos 2-2; parecía que llevara años como titular y en el equipo (risas). En ese momento jugamos con Bogotá y pensábamos que la altura iba a afectar, pero no, ese muchacho la 'rompió'. Jugó bien y, desde ese momento, inició profesionalmente y el profesor Héctor Cárdenas lo llevó a la Sub-20".
Habló de agradecimiento, resiliencia y otras cualidades, pero, ¿cuál es la que más resalta de Vélez?
"Es una persona muy humilde, que escucha y agradecido. Por ejemplo, uno lo ve y saluda a todo el mundo. No ha perdido su esencia, no es de esos agrandados y lo abraza a uno. Además, lo considero resiliente porque incluso él, en pandemia, iba con el papá a vender en el mercado, tenía problemas para entrenar por el internet, en fin, pero lo sacó adelante".
Usted también termina siendo como "un padre" para él...
"Recuerdo que una vez con mi carro y tenía que llevar un mercado, y aprovechaba y también le llevaba algo a él porque es una persona que se lo merece. Ahora, no es solo mío, hay que decir que es el trabajo de todo un equipo, donde están los profesores de turno, el equipo interdisciplinario, sus compañeros, en fin, siempre hacemos seguimiento a esos casos".
En medio de ese acompañamiento, ¿Qué anécdota recuerda?
"Pasó algo muy curioso y es que el nutricionista iba a la casa de él, porque sus hábitos alimenticios no eran muy buenos y yo le decía: '¿Cómo van ser buenos? Si tenían para un plátano, pues un plátano se comía. Si había un pan, se lo come'. Lo que teníamos que hacer era darle un trabajo al papá y que el nutricionista le enseñara a la mamá la dieta perfecta".
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¿Cómo lo ve ahorita?
"Ya tiene su cuerpo de deportista (risas). Antes siempre llegaba con grasa al equipo, pero era por lo que le contaba. Ahora, como ya todo está mejor, ya se empezó a trabajar esa parte de la nutrición, a cuidarse más, a hacer ejercicio, en fin. Es un muchacho disciplinado y que hace caso y más que cuenta con el apoyo de sus padres, que la dan toda en el día a día".
¿Qué puede decir de la forma de ser de Jhon Jaider?
"Es un muchachos que no habla mucho, que es medio tímido a veces, pero que siempre hace caso, es inteligente y que va adelantado en sus cosas. Afortunadamente, la vida le ha dado la capacidad de darse cuenta de muchas situaciones y las aplica, aprovecha y vive como si fuera el último día. Jamás se guarda nada en la cancha y eso se vio con la Selección".
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¿Cuál es su opinión de su desempeño en el Sudamericano?
"Cuando fue a la Selección Colombia, por primera vez, se dio cuenta de que las oportunidades hay que aprovecharlas y ahí lo entendió y ha aplicado desde entonces. Siempre entra queriendo comerse la cancha. Tiene un buen temperamento, un buen pie, una gran visión de juego y aporta mucho. Cuando tuvo la chance, puso el moño y se desempeñó perfecto".
¿Qué le dijo, tras vivir esta experiencia?
"Lo comentamos internamente con los del equipo, pero con él no hablamos mucho. Ahora, sí le escribía un par de veces y más cuando consiguió la clasificación al Mundial, felicitándolo. Y su respuesta fue 'gracias, profe', con el emoji de la mano y el balón que siempre pone (risas), ese es característico de él, pero es alguien que agradece y no se olvida de nadie".
¿Cuál ha sido el mejor consejo que le ha dado?
"Estábamos en la Selección Atlántico y cuando empezaron a darse cuenta de que podrían ser campeones, asumió ese rol de líder; entonces a pesar de que es un muchacho poco expresivo públicamente y más bien reservado, siempre le digo y recalco que asuma ese papel de liderazgo tanto adentro como afuera de la cancha porque suele hacerlo demasiado bien".