Tras más de 20 años al máximo nivel y más de 900 goles anotados, Cristiano Ronaldo ha comenzado a interesarse por un partido que se juega en los despachos.
La adquisición del Lisboa Racket Centre es la última operación de su firma de inversión deportiva, CR7 S.A., para hacer crecer su imperio financiero y aumentar su influencia en un deporte emergente como el pádel.
En septiembre del año pasado, el exfutbolista del Real Madrid hizo pública su vinculación con la Ciudad del Pádel de Oeiras, un complejo deportivo a las afueras de Lisboa que abrirá en 2025 y del que Ronaldo controla el 50 % tras aportar 3 millones de euros de capital inicial.
Oliveira explicó que será allí donde se celebre durante los próximos tres años un torneo de la competición catarí Premier Padel, que en 2023 absorbió a su antecesor, el World Padel Tour, y se convirtió en el circuito profesional de referencia a nivel internacional.
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"En algún momento nos gustaría, y creo que así será, que el padrino de este y futuros torneos en Portugal sea Cristiano", concluyó.
Hoteles y trasplantes capilares
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El Lisboa Racket Centre viene a engrosar la lista de inversiones de Ronaldo, que no se limita al deporte y abarca ámbitos tan variados como la hostelería o la salud capilar.
El futbolista del Al-Nassr saudí controla estas inversiones a través de distintas sociedades, como CR7 Lifestyle o Ponta de Lança, y acostumbra a buscar alianzas con empresarios de éxito y larga trayectoria en sus sectores.
Es el caso de Dionísio Pestana, madeirense como Ronaldo y la otra mitad de Pestana-CR7, un sello turístico compuesto por seis hoteles de lujo repartidos entre España, Portugal y Estados Unidos, que el año pasado generó 39,7 millones de euros.
O del también portugués Paulo Ramos, empresario con diez años de experiencia en el sector sanitario y desde 2021 cofundador junto a Ronaldo de la clínica de implantes capilares Insparya Hair Company.
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Con ella, el futbolista entró de lleno en ese mercado, valorado en 8.770 millones de euros a nivel global y que podría crecer a un ritmo de casi el 10 % anual durante los próximos seis años, según la consultora Grand View Research.
Se calcula que Cristiano genera unos 200 millones de euros al año entre su salario, derechos de imagen y patrocinios; un caudal de ingresos con el que ya se está preparando para el día que el árbitro pite el final y cuelgue definitivamente las botas.