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El Bayern tuvo mayor posesión de pelota desde el comienzo, pero a lo largo del primer tiempo no logró traducir ese dominio en situaciones de peligro. El Schalke, por su parte, optó por refugiarse atrás desde el inicio, lo que ya parecía prácticamente anunciado por la alineación inicial.
Ante la ausencia de Klaas-Jan Huntelaar -lesionado en el último entrenamiento- el entrenador del Schalke, Felix Magath, optó por no reemplazar al holandés por otro atacante, dejando a Raúl sólo en punta y dando paso a Joel Maitip como tercer volante de contención.
Maitip formó un trivote con Annan, que jugaba por la izquierda y formaba una sociedad con el lateral izquierdo Hans Sarpei para doblar permanentemente el marcaje a Arjen Robben. Por la derecha, Kluge se asociaba de manera similar con el japonés Uchida, para dar buena cuenta de Franck Ribery y por el centro Maitip se las veía con Thomas Müller.
Con ello, las posibilidades creativas del Bayern quedaban ahogadas y su posesión de balón era algo completamente estéril que sólo tenía un valor estadístico.
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El Schalke, pese a que estaba concentrado en el trabajo defensivo en el que estaba comprometido hasta el propio Raúl, era más peligroso que el Bayern cuando atacaba. La primera llegada, un remate de Raúl tras un saque de esquina en el minuto 14, ya fue una clara ocasión de gol. Y en el siguiente saque de esquina llegó, de cabeza, el gol de Raúl,
En general, el segundo tiempo para el Schalke fue algo así como la defensa de un lugar sitiado, pese a que hubo momentos en que la tempestad amainó un poco. Farfán llegó a tener incluso en sus pies, en el 77, la posibilidad de sentenciar tras una pifia del meta del Bayern, Thomas Kraft.
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