Aunque hoy Yerry Mina lleva una vida cómoda en la ciudad de Liverpool, en donde se instaló ya hace un tiempo para defender los colores de Everton, en sus inicios buscando coronar sus sueños de fútbol, el caucano tuvo que pasar las duras y las maduras; tal y como se lo contó en una entrevista a 'TalkSport'.
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El defensor central echó atrás el casete y recordó los momentos en los que los sacrificios estuvieron a la orden del día, todo con el fin de cumplir con los entrenamientos en lugares diferentes a su natal Guachené.
“En mi casa en Colombia, inicialmente cuando era niño, llegar a entrenar fue difícil. Para ir a entrenar había algunas opciones. O teníamos que caminar, tomar un autobús, echar dedo o subirnos a la parte trasera de un camión con un remolque detrás. Podría llevar arena o todo tipo de cosas. Eso lo hacíamos sin que el conductor se diera cuenta. Así se podía ahorrar la caminata", expresó Mina de entrada.
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Además, el jugador de la Selección Colombia agregó que "las cosas fueron difíciles. Pero lo que siempre digo es que esos tiempos difíciles me hicieron realmente fuerte, y es algo de lo que puedo estar orgulloso y feliz en la actualidad. Creo que lo que hice y cómo pasé esos momentos, como muchos futbolistas colombianos, nos sirve de inspiración".
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Yerry Mina siempre tiene en la mente a sus padres, que lo apoyaron y lo impulsaron para poder cumplir sus objetivos. Así lo reveló, en otro apartado de la nota. “No pasa un día en el que no me despierto y pienso en mi familia y los sacrificios que hicieron para intentar ayudarme a convertirme en futbolista profesional. Esa es una inspiración extra", finalizó.