Yaser Asprilla es el hombre sensación en territorio español, especialmente en Girona , donde el colombiano arribó esta temporada como nuevo fichaje del club local, convirtiéndose, además, en la transferencia más cara de toda la historia de la institución.
No obstante, detrás del éxito del joven futbolista ‘cafetero’, también hay una historia llena de sacrificios y dificultades, que el mismo Yaser dejó atrás gracias a su gran talento con la pelota en los pies.
Y así fue como su primer entrenador en Colombia, de nombre Sergio Bustamante, dio reveladores detalles de lo que fue ese primer encuentro con ‘Cheo’ (apodo de niño) y la manera en que manejó todo su proceso deportivo, hasta convertirse en lo que es hoy por hoy: "Te lo juro. Te lo juro por Dios y por mis hijos, que tengo dos y son lo más sagrado de mi vida. El primer día que le vi jugar era todo tan perfecto y todo tan precioso, su fútbol con seis o siete años, todo, todo que sentí la necesidad de arrodillarme y dar las gracias a Dios”.
“No sé si alguien me vio. No me interesa. Lo único que sé es que en ese momento noté que Dios le había puesto allí para mí y que haría realidad mi sueño de aportar un crack al país. Fue algo increíble. Algo que había soñado. Fue una sensación única, brutal. Como un éxtasis", dijo el entrenador en charla con el diario español ‘Sport’, de Barcelona.
Publicidad
¿Cómo fueron los inicios de Yaser Asprilla?
Yaser nació el 19 de noviembre de 2003 en el municipio de Bajo Baudó, una de las zonas con violencia en Colombia, por la presencia de grupos al margen de la ley y con cultivos y negocios relacionados con el narcotráfico. No obstante, con la pelota en los pies, el actual jugador del Girona supo marcar diferencia desde muy pequeño, tanto, que era visto como uno de los principales prospectos del fútbol colombiano en aquella época.
Publicidad
"Era increíble. Con siete años hacía exactamente lo que hace hoy. Y nadie le había enseñado nada, era algo innato. Había nacido con eso. Era un talento muy, muy distinto. Era increíble verlo jugar. Ver dónde está Yaser ahora es una satisfacción increíble. Es uno de esos momentos que puedes decir 'tenía razón', 'yo lo dije'. Su éxito futbolístico ha supuesto un cambio brutal por la familia, del infierno al cielo. Antes llevaban una vida y lo que hoy están viviendo es otra cosa. Es un cambio de 180 grados”, afirmó Bustamante, quien para esos años se encargaba de entrenar a los jóvenes de la zona.
No obstante, para llegar a ese nivel de vida, Yaser tuvo que pasar difíciles situaciones en su infancia, que lo hicieron superarse. Es por eso que, luego de que el equipo de la zona le “quedará chiquito”, el siguiente paso fue dar el salto al equipo de la ciudad de Palmira, donde no desentonó, a pesar de las dificultades que pasó.
Debido a la pobreza en la que vivía Yaser y su familia, Bustamante se llevó al jugador y a un hermano suyo a vivir junto a su pareja Erika, donde también compartía con niños en la misma situación: "Para sostener el club y pagar el alquiler del campo mi mujer cocinaba empanadas y cada niño de los que dormían en casa tenía una tarea asignada: uno limpiaba la olla, uno recogía la carpa y así ir haciendo. Todos se cuidaban de algo. Con Erika habíamos acabado de tener nuestro primer hijo y cuando se repartían las tareas Yáser siempre pedía hacerse cargo de él. Le enseñó a bailar, porque él baila muy bien".
Tres años después, Yaser emprendió vuelo hacia Envigado, donde se consolidó hasta debutar como profesional y dar el salto rápido al Watford de Inglaterra, para después convertirse en el fichaje más caro de la historia del Girona, de España.
Publicidad