Vendía salchipapas, fue barbero y cuidó carros, pero ahora figura en el fútbol de Brasil
En charla con Gol Caracol, Kevin Santiago Rivas contó su motivadora historia de vida, revelando cómo pasó de 'rebuscársela' en el centro, a jugar en la primera de Brasil.
Kevin Santiago Rivas, futbolista colombiano de Ferroviário, en Brasil.
El fútbol está lleno de historias de vida motivantes y reflexivas, con muchos jugadores que han tenido que hacerle frente al destino de mil maneras, para poder llegar a cumplir su sueño; muchos no lo logran, pero otros sí y un reflejo de esto es Kevin Santiago Rivas, actual futbolista de Ferroviário enla primera división del fútbol brasileño.
Y es que, así como él mismo lo contó en exclusiva a Gol Caracol, “trabajó en todo lo que se le puso en el camino”, vendiendo salchipapas y hasta 'rebuscándose’ algunos pesitos con ropa en el centro de Cali. Sin embargo, al final, por cuestiones del destino, tuvo la oportunidad de mostrarse y llamar la atención de un club, que le abrió las puertas hacia el inicio de su carrera profesional.
“La verdad, desde mis comienzos siempre he sido una persona que me gusta conseguir mis cosas. En los tiempos que yo estaba en un equipo de Medellín, jugando liga antioqueña, yo vivía en una casa hogar. Entonces un profesor un día me dijo que si yo quería trabajar con él, que tenía un puesto de salchipapas; yo iba todos los viernes, sábados y domingos para trabajar con él, ganarme algo más para suplir algunas necesidades; fue muy de perseverar”, relató de entrada Kevin, detallando cómo terminó vendiendo comidas rápidas en un puesto callejero.
Kevin Santiago Rivas en sus tiempos de vendedor de salchipapas.
Foto: Gol Caracol.
¿En qué más trabajó, de manera informal?
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“Yo trabajé en tantas cosas. Mi padre es peluquero, es barbero, y él me enseñó; yo trabajé en eso, cortaba más que todo a mis compañeros. También estuve vendiendo ropa en el centro; tuve un tiempo que trabajaba en diciembre. Mi familia, mi mamá, mi tía y mi abuela trabajaban en un restaurante y cuando yo tenía doce años, ahí me llevaban y yo me hacía la plata con los carros porque me ponía a cuidarlos, me ganaba 15 mil pesos, 20 mil pesos, pero para mí eso era mucho. Siempre me ha gustado como yo decir, me gané eso, es mío y es para mí. Entonces eso me lo inculcaron desde pequeño hasta el día de hoy”.
¿Cómo pasó de vender salchipapas, a jugar en Brasil?
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“Es curioso, es muy curioso. La verdad yo fui a España a jugar, yo creo que era una cuarta o quinta división, pero yo siempre he tenido la influencia de mi primo en la familia y el hermano de él estaba empezando a trabajar con jugadores; siempre me había dicho que me le uniera, pero no había llegado la oportunidad. Sin embargo, me hicieron una propuesta. Allí me hablaron de Brasil, que hay muchas oportunidades”.
Kevin Santiago Rivas jugando en el Atlético Cearense, de Brasil.
Foto: Gol Caracol.
“Yo estaba en España y tenía un problema con la documentación para poder jugar, entonces, para esa época tenía 200 euros, me acuerdo, y dejé todo para probar en Brasil; al inicio fue difícil, yo llegaba y los equipos me decían, es bueno, pero no le vamos a pagar todo, o es bueno, pero no le vamos a poner un contrato. Siempre los primeros dos meses fueron muy difíciles. Sin embargo, ahí llegó la oportunidad de jugar con un equipo que se llama Atlético Cearense, que fue el primer equipo que creyó en mí y ahí comenzó todo comenzó. Pude debutar gracias a Dios y, aunque el equipo no le fue bien, en un torneo estatal me vio Ferroviário, de primera, que luego apostó por mí y me fichó; ahora juego aquí”.
¿Estuvo cerca de tirar la ‘toalla’?
"Todo ha sido de aguantar siempre, desde los tiempos que me tocó pagar una casa hogar y no tenía para los pasajes cosas así, mi familia la verdad ha sido la que siempre me ha ayudado y el amor por la pelota es algo que uno le hace hacer cosas que otras personas quizás no aguantarían. Hasta el día de hoy lo hablo con mucha gente. ¿Cómo lo aguantaste? ¿Cómo lo hiciste? Porque en ese mismo tiempo que estuve trabajando; con lo de las salchipapas llegaba a la una de la mañana a la casa y jugaba el domingo a las diez de la mañana o doce del mediodía, entonces era como muy difícil”.
Kevin Santiago Rivas en duelo contra Fortaleza, por el campeonato estatal de Brasil.
Foto: Santiago Rivas.
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“Incluso, en el 2023 yo llego a la ciudad de Palmira y le digo a mi mamá, no, no quiero seguir, no quiero continuar porque está muy difícil. Pero al final todo valió la pena”.