El pasado sábado 3 de abril, Sebastián Vásquez se coronó campeón de la Supercopa de Lituania, con el Panevezys. Este es el segundo título de la carrera del risaraldense, que ha pasado las duras y las maduras para triunfar internacionalmente.
Con 25 años, el nacido en Santuario, ya completa tres temporadas en el fútbol de Lituania, para nosotros una Liga exótica, pero en la que el delantero se siente cómodo y en la que ya tiene dos campeonatos: una Copa y una Supercopa.
Antes de llegar al país donde ha hecho carrera en los últimos años, increíblemente, fue víctima de xenofobia en Bulgaria. Pese a su talento, en el club donde fue a probar, uno de los dirigentes ‘le hizo el feo’, situación de la que el jugador supo salir a punta de fuerza mental.
Vásquez atendió en las últimas horas a GolCaracol.com para hablar de su pasado, presente y futuro futbolístico.
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¿Cómo ha sido su carrera?
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“Debuté en Pereira, fui a Uniatónoma, estuve como un mes, no tuve la oportunidad; me devolví y jugué la Copa Ciudad de Pereira, me fue bien. Luego de pasar por el Pereira, me contactó un empresario español que fue el que me trajo a Europa”
¿Y en Europa cómo ha sido el camino?
“Primero fui a Bulgaria, pero no tuve mucha chance porque había mucha xenofobia. Al director deportivo solo le gustaban jugadores del país. Igualmente, la gente de mi entorno me dijo que no lo tomara a mal, que tuviera mentalidad fuerte, yo a esas cosas no les pongo cuidado. Luego, el empresario me consiguió la oportunidad en el Dainava, y así empezó mi camino en este país (Lituania), en 2018. Ya tengo tres años acá”.
¿Encontró su lugar en el mundo en Lituania?
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“Cuando yo llegué acá me dio muy duro por el tema del frío, pero me adapté muy rápido, es un fútbol muy físico y acá hay que correr demasiado. El frío es increíble porque uno entrenar a -25°, pero acá hay que adaptarse. Acá se habla el ruso, por ser un país de la extinta Unión Soviética. Aprendí a hablar un poco de inglés y con eso uno se hace entender”.
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¿Qué le dice su familia al estar tan lejos?
“Mi familia me ha apoyado mucho. Ellos han estado muy pendientes de mí, desde cuando me fui para Bulgaria. Recientemente con los títulos que he ganado, mi papá me ha llamado, mi novia, están al tanto. Mi novia por temas del coronavirus no ha podido venir”.
¿Y cómo se ve a futuro?
"Hay que seguir trabajando, haciendo las cosas bien, buscando objetivos superiores".