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Miguel Ángel Borja, entre el enojo, la polémica y un buen gesto: insólito lo que pasó en River Plate

En medio del partido entre River Plate y Atlético Tucumán, se presentó un suceso que dio de qué hablar y causó revuelo, con Miguel Ángel Borja como protagonista.

Miguel Ángel Borja es una de las figuras de River Plate.
Miguel Ángel Borja es una de las figuras de River Plate.
Getty Images

El presente de Miguel Ángel Borja es de ensueño. En cinco partidos disputados, entre la Copa Argentina y la Copa de la Liga Argentina, lleva siete goles y una asistencia. Esto confirma que vive un momento dulce con la red. Y es que todo balón que toca, lo manda al fondo de la portería. Por eso, es de los más adorados por la afición en la actualidad, gracias a sus buenos rendimientos.

De esa manera, lo más normal es que, cuando haya un penalti, el delantero colombiano se haga cargo. Sin embargo, no fue así. Este miércoles 14 de febrero, el club 'millonario' enfrentó a Atlético Tucumán, en el estadio Monumental José Fierro, por la quinta jornada. Allí, se presentó un hecho insólito y que causó revuelo en la interna del conjunto de la 'banda cruzada'. Hubo tensión.

Se jugaba el minuto 25, cuando se sancionó penalti a favor de River Plate. La orden, desde el banco, donde estaba el entrenador Martín Demichelis fue que Miguel Ángel Borja lo ejecutara, pero no fue así. Ezequiel Barco tomó la pelota y cobró, con tan mala suerte que falló. Para fortuna de él, se repitió por invasión. En ese momento, nuevamente, el estratega pidió que fuera 'el colibrí'.

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No obstante, la historia se repitió. Barco no hizo caso y volvió a ejecutar desde el punto blanco del penalti, con tan mala suerte que la envió por encima del arco. Otra vez, erró. Mientras se dio todo esto, la cara de Miguel Ángel Borja era de pocos amigos. Ahora, posteriormente, se acercó al punto a revisar que estaba en mal estado, intentando defender y justificar lo ocurrido con Ezequiel.

Y eso no quedó ahí. En un gesto de grandeza y humildad, mientras que River Plate se retiraba a su vestuario, el atacante nacional se acercó a Ezquiel Barco, quien era de los últimos en la fila y se veía visiblemente afectado por lo sucedido, y lo abrazó, dándole ánimos. Sin guardar rencores, Miguel Ángel Borja demostró que a cualquiera le puede pasar esa situación y no pasó de ahí.

Miguel Ángel Borja, jugador de River Plate
Miguel Ángel Borja, jugador de River Plate
Foto: River Plate

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Quien no pasó la página fue el director técnico Martín Demichelis. En el entretiempo, tomó la decisión de que Ezequiel Barco no saliera a disputar el segundo tiempo y sea reemplazado por Franco Mastantuono. De seguro, se habrá presentado algún llamado de atención en el vestuario. Por eso, se deberá aguardar por algunas otras decisiones a futuro que se tomen respecto al caso.

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