El Granada impuso su ley en el Ciutat de Valéncia, donde no dio opción al Levante tras mostrarse superior en la primera mitad y apenas sufrir en una segunda, en la que los locales desperdiciaron las ocasiones que tuvieron ante un rival que volvió a marcar (0-3).
En un partido de urgencias clasificatorias entre dos equipos de la zona baja de la tabla, el Granada fue mejor desde el comienzo y aprovechó las ventajas que le dio el planteamiento de un Levante cuya ligera mejoría tras el descanso no fue suficiente para meterse en el encuentro.
El Granada abrió el marcador en la primera ocasión de que dispuso al rematar Germán, libre de marca, un córner en el segundo palo, lo que dio al conjunto de Robert Moreno mucha confianza para maniatar al equipo local, que no encontró la forma de darle réplica.
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Es más, en el minuto 17 los visitantes dispusieron de una ocasión incluso más clara que la del gol en un remate cruzado de Luis Suárez que Aitor desvió con una gran parada.
No fue hasta cinco minutos después cuando el Levante dio por primera vez en el encuentro señales de peligro, pero el disparo cruzado de Soldado salió fuera.
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En términos generales, el Granada estuvo mejor que el conjunto local en todo el primer periodo. Forzó muchos más córneres, tuvo más el balón y, en definitiva, consiguió que se jugara al ritmo que más le convenía.
Además, un falló de Clerc en una cesión al portero fue aprovechado por Luis Suárez para llevar el encuentro al descanso con clara ventaja para su equipo, aunque poco después el VAR revisó un penalti sobre Soldado pitado por el árbitro, pero que no se lanzó porque el atacante del Levante estaba en fuera de juego.
Javier Pereira revolucionó la formación local con la entrada de Son, Vukcevic y Campaña en las posiciones de Pablo Martínez, Clerc y Franquesa, y dispuso una defensa de cuatro en lugar de la de tres centrales del primer periodo.
El Granada mantuvo el bloque con el objetivo de que el encuentro siguiera la dinámica del primer periodo, no sufrir en defensa y tratar de cerrar el choque con nuevo gol.
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A pesar de que Bardhi falló una clara ocasión, el Levante no daba señales claras de peligro, mientras que su rival, a base de posesiones largas y balones a los espacios, controlaba el juego.
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Superada la hora de partido, el fútbol del Levante mejoró, sobre todo en el centro de campo, y dispuso de un par de opciones de gol que no fructificaron.
Aunque el Levante se mostraba más compacto que en el primer periodo, el Granada no se veía agobiado y en el ecuador del segundo tiempo hizo el 0-3 en un robo de balón que aprovechó Antonio Puertas. Tras el gol y con más de veinte minutos de juego por delante, el estadio empezó a vaciarse.
Ahí concluyó el encuentro, que a partir de ese momento estuvo marcado tan solo por la impotencia local y el manejo de la pelota del conjunto granadino.