En Juan Fernando Quintero están puestas las esperanzas de Racing, de Argentina, de levantar un título internacional luego de 36 años de sequía, pues la 'academia' se jugará este sábado el todo por el todo contra Cruzeiro, en la gran final de la Copa Sudamericana , la cual se jugará en el estadio General Pablo Rojas, de Paraguay.
Sin embargo, este título de figura total no se dio de la noche a la mañana, se llevó gracias a un proceso de luchas y sacrificios. Así, en la previa de este importante encuentro, uno de los más importantes de 'Juanfer' en su carrera, se recuerdan varias historias de su niñez, en donde el propio futbolista asegura que estuvo a punto de dejar el deporte, todo por las necesidades que pasaban su familia y amigos, en aquel momento.
"Llegó un momento en el que me tocó decir: 'Si no me ayudan, me toca tirarme a la calle'. No es fácil, sabes que viene un hermano en camino y la comida, el hambre...", relató Quintero, sobre cómo vivía en su momento en el populoso sector de la Comuna 13, de la ciudad de Medellín .
Además de las necesidades económicas, la violencia era otra constante que el futbolista de Racing tuvo que vivir, incluso llegando a relatar que varios de sus amigos murieron en una dolorosa "guerra de barrios".
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"Nosotros teníamos un combito que era bien complicado, que ahorita hacen falta como 60 (señalando al cielo) y algunos siguen en la comuna 13. Nosotros teníamos ese combo, por ejemplo, había una escuela de los doce barrios, que es la comuna trece. Nos juntábamos todos en la primaria, con todos crecí, y ahí llegó la guerra de los barrios", relató el volante en 'The Juanpis González Show'.
Tras ello, aseguró que varios de sus compañeros y amigos fueron asesinados en estas disputas. "A los dos o tres días de que empezó esa guerra, me llamaban: 'No, que se murió este, se murió este otro, ahora este otro', y eso te mata. Ahí es donde uno dice: 'No, qué complicado esto'", agregó.
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También, dejó en claro que es un tema que aún lo pone a reflexionar. "Llega el momento que está muerto uno por aquí, el otro por allá, que no puede pasar este barrio porque hay barreras invisibles. Te pones a pensar y dices: 'Sí, con todos crecimos', pero el trasfondo de todo es el hambre, la educación, padecimos de muchas cosas...", explicó.
No obstante, aprovechó la oportunidad de dar un mensaje de esperanza y llamó a sobreponerse a este tipo de situaciones, pese a lo complicado que sabe que es. "Pero bueno, ahí está el espíritu. Yo no vine a hacer mal, solo vine a dar un ejemplo de mi barrio, de crecer, porque hay mucho talento y saber que se puede. Uno se propone lo que quiere y todos los días uno lo tiene que demostrar. Me siento complacido de volver día a día y estar igual con ellos, igualarme en muchos aspectos", con emoción sumó a su complicada historia.
Sin embargo, se centró un poco más en lo que él y su familia, debido a las necesidades, también vivieron. "Toda la vida me tocó pedir plata para llevar comida a la casa o para los pasajes, pero nunca le hice daño a nadie. Pero sí se me pasó por la cabeza, porque cuando uno tiene hambre, el hambre es una locura. Ver a la familia sufriendo y padeciendo de cosas es muy duro", culminó Juan Fernando Quintero.
¡SU GENTE👏🏽! El gran Juan Fernando Quintero, de gran Mundial con Colombia🇨🇴, se animó a cantar en la visita a la Comuna 13 de Medellín (barrio muy peligroso tiempo atrás): el lugar donde creció y dio sus primeras muestras de talento. pic.twitter.com/yQjVDmE1Qg
— Actual Fútbol (@ActualFutbol) July 9, 2018
Ahora, tiene en sus pies una gran responsabilidad, devolver la 'gloria' continental a Racing, tal como ya lo hizo con River Plate en el 2018, en lo que fue para muchos el gol más importante de la historia del club 'millonario', pues el tanto que el colombiano marcó al minuto 109, permitió que el conjunto de 'la banda cruzada' se alzara con su quinta Copa Libertadores en su historia, contra su acérrimo rival: Boca Juniors y en el Santiago Bernabéu.
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Ya Quintero se prepara para jugar contra Cruzeiro, en la gran final de la Copa Sudamericana, recordándoles también que "Yo soy una nea, yo soy del barrio", pero también es un 'crack' en el terreno de juego.