¿Ganar el Mundial de Clubes? De ser posible, sí, claro. Pero el Fluminense de Rio de Janeiro, cuyo fútbol ha encantado en Sudamérica, sabe del peso de los adversarios que compiten en Arabia Saudita.
El 'tricolor carioca', que dirige el también seleccionador brasileño Fernando Diniz, se estrenará en la competencia al haber ganado su primera Copa Libertadores de América en noviembre, cuando venció a un equipo copero por excelencia, Boca Juniors de Argentina, en el Maracaná.
Aquella conquista fue el sello definitivo para la maduración de un elenco que, con nubarrones y tropiezos, ha desplegado un balompié estético y ofensivo que refrescó al fútbol sudamericano y se ha tornado en objeto de estudio internacional.
El llamado 'dinizismo' buscará en tierras saudíes un doble propósito: mostrar su valía fuera de Sudamérica y a la vez intentar quebrar el dominio europeo en el torneo, que no es ganado por un club sudamericano desde el Corinthians de Sao Paulo en 2012.
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"Tenemos que creer siempre. Vamos a enfrentar a los mejores equipos del mundo. Buscaremos hacer una gran competición. Vivimos con mucha intensidad la posibilidad de ganar el Mundial", dijo Diniz recientemente.
- "Adaptaciones necesarias" -
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Para acariciar el trofeo primero deberán pasar por un escollo que ya se ha mostrado complicado para los equipos brasileños: derrotar a los árabes en la semifinal.
El 'Flu' debutará el lunes contra Al-Ahly egipcio con la esperanza de imponerse y luchar por el título el 22 de diciembre contra el favoritísimo Manchester City de Pep Guardiola, que antes debe también vencer su llave.
La final hipotética enfrentaría a dos exponentes del fútbol de autor: Guardiola con su juego de posición y Diniz con su juego "aposicional", que privilegia el espacio donde está la pelota y la libertad de movimiento y asociación de sus jugadores.
Diniz, de 49 años, avisó que hará "adaptaciones necesarias" a su estilo futbolístico, que en la Seleção no ha engranado, para competir al máximo nivel posible.
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Las adecuaciones pueden tener lugar en la defensa, en ocasiones descuidada en medio de los esfuerzos constantes por atacar, y en la forma de agredir a equipos que se cierran mucho. Pero la idea general se mantendrá.
"Si cambiamos lo que hacemos como rutina hay una mayor chance de debilitarnos (...) Intentaremos hacer lo mejor dentro de nuestras características", señaló el DT brasileño.
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- Mezcla de jóvenes y experimentados -
El engranaje ofensivo de los cariocas tiene a hombres de peligro y no se limita únicamente a sus atacantes.
Las salidas suelen iniciar en los pies del experimentado lateral izquierdo Marcelo, de 35 años, quien a la vez se mueve por distintos sectores del campo.
El creativo Paulo Henrique Ganso, de 34, maneja los tiempos e hilos, asociándose adelante del internacional colombiano Jhon Arias, el juvenil brasileño John Kennedy y el letal centrodelantero argentino Germán Cano, autor de 40 goles en 2023.
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La retaguardia está custodiada por el veterano portero Fábio, de reflejos intactos a los 43 años; el combativo e interminable defensa Felipe Melo, de 40, y el capitán Nino, de 26. Y en el medio campo brilla André, de 22, quien ya se ha puesto la 'amarela'.
Diniz ha conseguido mezclar con satisfacción el talento de jóvenes promesas con el de jugadores que sobrepasan los 30 años y que muchos ya daban por terminados.
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"Sabemos que vamos a tener dos finales: una es la semifinal y, si Dios quiere, si todo sale bien, la final", afirmó en una entrevista Marcelo, tetracampeón con el Real Madrid del 'Mundialito' (2014, 2016, 2017, 2018).
"Cualquier cosa puede pasar, entonces vamos a luchar mucho, a correr, a dejar el sudor en la camiseta".