Como "una historia digna de admirar", de esta manera califican desde Argentina todo lo que ha tenido que vivirJaminton Campaz para actualmente estar 'soñando con los ojos abiertos' de la mano del club que lo acogió este año, Rosario Central.
Y es que las cosas desde el principio han sido complicadas. Campaz creció en medio de las veredas de Chontal de Tumaco, una zona en donde la guerrilla, la pescadería y la lluvia eran parte del diario vivir. Sin embargo, desde aquellas épocas, el fútbol y las playas fue aquello en lo que podía huir por algunos momentos de la realidad de donde vivía.
Desde pequeño, al ahora futbolista le tocó madurar más rápido que los demás aprendiendo a pescar desde chico, reconocer peligros naturales de la fauna del lugar y hasta confrontar serpientes en aquellas largas noches de pesca. Incluso, Jaminton, en algún momento de su niñez, fue mordido por una culebra en el pie, aunque fue socorrido por un conocido que se encontraba con él.
“Una vez me picó una culebra y se me puso el pie rojo, y estábamos bien mar adentro, entonces don Alirio, un señor que ya se murió y que iba a veces con nosotros, me apretó fuerte para sacarme el veneno y me curó”, confesó en entrevista para 'El Espectador'.
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Una vez cumplidos sus 10 años, dejó su natal Tumaco para encaminarse rumbo al sueño de ser futbolista impulsado por su madre, Betzabet, quien fue arquera de un equipo de su pueblo y una de las principales promotoras de su amor por el balón. Ella lo llevó hasta Pasto para probarse con el equipo profesional, sin embargo, algo curioso sucedió y no pudo iniciar sus pruebas en el conjunto 'volcánico'.
Resulta que una autorización por parte de un responsable debía ser enviada y, en este caso, al parecer, a su madre se le olvidó este detalle y no pudo ingresar a las inferiores del equipo del departamento del Nariño.
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Sin embargo, un tío lo ayudó a ingresar al América en donde si pudo probarse, pero por falta de oportunidades, nunca terminó de 'estallar' en la 'mechita'.
Finalmente, su hermano Mike, quien en ese entonces era jugador del Deportes Tolima, lo llevó a Ibagué en donde fue fichado por el River Soccer y con su talento y magia, logró convencer a distintos ojeadores del Deportes Tolima para, finalmente, entrar a las fuerzas básicas del equipo 'pijao'.
Con apenas 16 años y luego de ser uno de los jugadores destacados de las inferiores del 'vinotinto y oro', logró debutar en el equipo profesional incluso siendo nominado por el diario 'The Guardian' como una de las 60 promesas de mayor proyección a nivel global.
Luego de destacadas actuaciones en el fútbol colombiano y un complicado paso por Gremio de Brasil, ahora vive un sueño en Rosario Central, en donde ha logrado convertirse en uno de los jugadores destacados del equipo que viste de amarillo y azul.
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"Russo lo bancó. Hoy, la ilusión canalla está en sus manos. En esas manos hechas y en esos pies que anduvieron descalzos de Jaminton Leandro Campaz...", destacó el diario argentino 'Olé' emotivamente sobre la historia del 'bicho' que ahora la rompe desde el sur del continente.