Más allá de toda su calidad con la pelota en los pies, James Rodríguez
se robó la mirada de todas las cámaras, en el duelo frente a Atlas, por emotivo gesto que tuvo con uno de los rivales, que, por cierto, no era cualquier contrincante.
Se trata de Camilo Vargas
, golero del cuadro de Guadalajara, con quien el ‘10’ comparte camerino en la Selección Colombia de mayores; es más, juntos vienen de ser subcampeones en la Copa América, que se disputó a mediados del 2024, en Estados Unidos.
Evidentemente su reencuentro tuvo un toque muy sentido y especial, que ni los medios, ni las cámaras presentes en el estadio y mucho menos las redes sociales dejarían pasar por alto.
¡Un encuentro familiar!
Mientras solo iba ingresando al estadio, previo al inicio del partido, James se topó con los familiares de Camilo Vargas, a quienes no dudó en darle un beso, abrazo y sentido saludo, recordando aquellos tiempos en la ‘tricolor’.
Un completo abrazo de amistad
Solo segundos antes de que rodara la pelota en el estadio Jalisco, Camilo Vargas se acercó al banquillo de suplentes del Club León, llamando a James para abrazarlo como se debe y compartir una que otra palabra en el terreno de juego.
Se le vio a ambos futbolistas muy sonrientes y alegres, dejando en evidencia su felicidad por reencontrarse.
En la cancha la cosa es diferente
Después del minuto 65, cuando el ‘10’ ingresó al campo para hacer su debut, la historia entre ambos colombianos fue totalmente diferente; tanto, que tuvieron su primer duelo ‘mano a mano’.
Con el marcador en contra, James agarró la pelota en sus pies y, tratando de evadir a Camilo, justamente el golero le cometió una falta pena, que terminó en la igualdad parcial 1-1, con la que el Club León encaminó la remontada final por 1-2.
Tras el pitido final, nuevamente son amigos
Ya con el encuentro finalizado, James Rodríguez y Camilo Vargas nuevamente se cruzaron en la cancha, donde se abrazaron y compartieron una que otra palabra.
Según lo informó el ‘Diario Récord’, Diego González (jugador de Atlas)=, se acercó al cucuteño para pedirle la camiseta de su debut, que quedará guardada en los libros de historia del fútbol mexicano.
Sin embargo, esa ramera ya la tenía separada James parea su gran amigo Camilo Vargas, golero colombiano que muy bien conoce al mediocampista de 33 años, que ya empezó a dar destellos de magia y calidad en el fútbol ‘manito’.