James Rodríguez tachó todo lo de Rayo Vallecano y marca estadísticas grandes en León

James Rodríguez está decidido a reencontrarse con su mejor nivel. Después de un discreto paso por Sao Paulo y Rayo Vallecano, llegó al Club León y ya se ganó su lugar, siendo capitán, titular para el entrenador, Eduardo Berizzo, y aportando con goles y asistencias. De hecho, en poco tiempo en el equipo mexicano, ya superó lo que hizo en el cuadro de Vallecas, donde no la pasó nada bien.En el 'Rayito', nunca estuvo entre los planes del director técnico, Íñigo Pérez, y así lo confirman los números. Solo fueron 205 minutos en cancha, repartidos en siete compromisos (Osasuna, Real Valladolid, Mallorca, Las Palmas, Leganés, Atlético de Madrid y Unionistas), entre La Liga de España y la Copa del Rey. Allí, solo pudo brindar un pasegol y, además, recibió una tarjeta amarilla.De hecho, frente a Leganés, que finalizó con empate 1-1, James Rodríguez tuvo su única titularidad, pero no terminó el encuentro, ya que fue sustituido al minuto 64, siendo reemplazado por Isi Palazón. Esa situación contrasta, en su totalidad, con lo que vive en el Club León, de la mano de Berizzo, quien le ha transmitido su respaldo y apoyo, confiando en el talento del mediocampista.Hasta el momento, el cucuteño suma 371 minutos en el terreno de juego en total, en cinco juegos, todos por la Liga MX. Su debut fue el 18 de enero, en la victoria 1-2 sobre Atlas. Allí, empezó en el banco de suplentes e ingresó al 64' por Emiliano Rigoni; de igual manera, provocó un penalti, tras ser derribado en el área por el arquero 'cafetero', Camilo Vargas. Dejó buenas sensaciones.Posteriormente, fue titular y capitán en el triunfo 1-0 contra Juárez. Pero eso no fue todo, ya que infló las redes, marcando el único tanto del partido. Ya en la cuarta jornada, volvió a estar desde el arranque y dio una asistencia, en el 1-0 frente a Chivas de Guadalajara. Sin embargo, en la fecha 4, que terminó con celebración por el 1-2 sobre Mazatlán, James Rodríguez estuvo en el banco.Eso sí, dicho descanso tuvo su recompensa, pues disputó dos partidos completos, de principio a fin. En la victoria 1-2 contra Pachuca, portó la cinta de capitán, como siempre, y fue el mejor socio de sus compañeros; por último, en el empate 3-3 con Toluca, no solo dijo presente desde el pitazo inicial, sino que, de paso, puso su segundo pasegol, demostrando magia, calidad y talento.