James Rodríguez genera ‘amores y odios’ en Vallecas, al confirmarse su salida del Rayo Vallecano, cuadro al que llegó a inicio de temporada como una de las grandes ‘estrellas’ del fútbol español. No obstante, Íñigo Pérez tomó la decisión de ‘borrarlo’, hasta provocar su inminente salida.
Y es que, fueron varios partidos viendo al ‘10’ con cara de ‘pocos amigos’ e importancia en el banquillo de suplentes, donde en muchas ocasiones ni siquiera salió al terreno de juego para tener acción. Más bien, mientras los minutos pasaban, el entrenador ‘rayista’ prefería darles prioridad a otros jugadores de la plantilla.
Ultrajes como afirmar que James no hacía parte del grupo de los mejores futbolistas dentro del plantel, terminaron por sellar el adiós definitivo del colombiano, no solo con el equipo madridista, sino que también con un Íñigo Pérez, que era tema de críticas e insultos cada fin de semana.
James, respaldado y elogiado
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Al confirmarse su no continuidad en Rayo Vallecano, este lunes, el ‘cafetero’ se hizo tendencia en las redes sociales, donde muchos salieron en su defensa y otros en su contra.
“Rayo Vallecano, qué club más minúsculo del mundo”, “desafortunadamente James llegó a un equipo sin aspiraciones y con un DT sin cojones que solo juega a defenderse, igual que con Falcao”, y “bien por el 10, ahora debe ceder pretensiones económicas y actuar en un verdadero club con equipo de categoría. Aún no es tiempo de jugar en Colombia, pero si llega es BIENVENIDO. La liga italiana o la premier son ideales para el crack”, fueron alguno de los comentarios que se pudieron leer en ‘X’.
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No obstante, también hubo quien se ‘despachó’ con el cucuteño, tildándolo de todo lo malo: “esta es la mejor noticia del día, un jugador fuera de forma, que no aporta nada y que menos mal que ha jugado poco sino estaríamos en descenso; que cierre al salir y que se vaya a calentar otro banquillo y a engañar a otro equipo”, “vino fuera de forma y así seguía, ahora veremos los equipos punteros que se quieren hacer con sus servicios y los minutos que va a jugar” y “un jugador que no quiere correr (dicho por él mismo) y que no va a aportar nada es mejor que se vaya. Aquí no queremos estrellas, queremos once tíos que se partan el alma por la camiseta, que cierre al salir”.