Gustavo Cuéllar sigue acumulando experiencias en el fútbol a nivel internacional. Ahora hace parte de la nómina del Al-Shabab, de Arabia Saudita, y precisamente de esa experiencia, de la forma de adaptarse a nuevos entornos y culturas y hasta de sus inicios en el fútbol, el volante habló con Gol Caracol en nuestra sección 'el Embajador de la Semana'.
Cuéllar confesó que su empatía por el fútbol se dio desde el momento mismo en el que nació y paso a paso fue desarrollando con el paso del tiempo hasta lograr coronar sueños detrás de un balón, algo que nadie en su familia había logrado.
"Desde que me concibieron yo creo que soy jugador de fútbol por naturaleza. Yo recuerdo mucho cuando empecé a tener noción del tiempo, como a los seis o siete años, lo primero que le pedí a mi mamá fue un balón de fútbol y desde ahí empezó mi carrera, a veces la gente piensa que la carrera del futbolista comienza cuando uno debuta, pero no, inicia a los seis o cinco años de vida”, explicó inicialmente Cuéllar.
Pero los recuerdos pata el barranquillero siguieron y así comentó que “realmente nosotros vivimos una vida a base de fútbol, por lo menos yo, siempre la he pasado pensando en el fútbol las 24 horas, cuando a los cinco años jugaba en el Club Deportivo Metrosol, un equipo de Barranquilla, luego fui Selección Atlántico, hasta que Agustín Garizábalo me vio y terminé en el Deportivo Cali a los catorce, quince años de edad. Y nada, aquí estoy ahora con treinta, siempre con ganas de aprender algo nuevo todos los días”.
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Gustavo Cuéllar, del pasado a hablar del presente en su nuevo club
Cuéllar también se refirió sobre su actualidad deportiva, en la que tuvo que tomar decisiones importantes recientemente al cambiar de camiseta. Y es que, a pesar de tener ofertas para arribar a tres de los equipos más grandes de Brasil; el mediocampista barranquillero confesó que priorizó el futuro de su familia, razón por la que terminó decidiendo cambiar de equipo, pero no de liga.
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En este mercado de fichajes, Cuéllar pasó del Al.Hilal a Al-Shabab, otro equipo de Arabia Saudita, país en el que, a pesar de estar por completo adaptado, sí tuvo choques culturales que le dejaron anécdotas de vida.
"Cuando recién llegué me pasó algo muy curioso. Un día yo estaba escuchando música en mi cuarto y era justamente la hora del rezo, y cuando ellos están rezando no se puede escuchar nada más, se dedican únicamente a eso, y el que está escuchando música en un parlante lo tiene que apagar para que ellos hagan su oración. Entonces yo estaba en mi cuarto en la concentración y tenía el volumen alto, ahí llegó un compañero y me toca la puerta dos veces fuerte y ahí yo pregunté: ¿qué pasó?"
“Cuando abro la puerta, el árabe me hace gestos con las manos en su cabeza y como yo no hablaba el idioma, tampoco el inglés, supuse que me estaba pidiendo gel o shampoo, entonces le pregunté, pero ahí él me dijo que no, me pidió que por favor bajara el volumen porque iban a rezar. Esa fue una experiencia muy curiosa que viví y me pareció muy chistosa”, contó entre risas Gustavo Cuéllar, quien también confesó que la cultura, ni el tema gastronómico han sido un problema para él a lo largo de su estancia por Arabia Saudita.
“Yo considero que me adapto muy rápido a las circunstancias de la vida y obviamente el fútbol también. Sabía de las diferencias que había entre la cultura asiática y la nuestra, entonces ya venía preparado para eso, realmente no me sentí aislado o extrañado porque me hicieron sentir muy cómodo, de igual manera hay que respetar las reglas de este país y vinimos con esa consigna”, sentenció el futbolista barranquillero.
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*Otras declaraciones:
¿Qué le diría a ese niño que soñaba ser futbolista y hoy en día pudo cumplirlo?
“Siempre fui muy disciplinado cuando empecé en esto del fútbol, siempre era el primero en llegar a los partidos, me encantaba jugar todos los días en el colegio, en mi casa, después me iba a entrenar, entonces vivía las 24 horas pensando solamente en el balón y en el fútbol. Nunca pensé que ese niño fuera a conseguir todo lo que he conseguido hasta ahora; lo único que le diría sería que la disciplina, el esfuerzo y el trabajo diario van a tener sus frutos y que siga así como va que va muy bien.
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¿Qué sueños ha podido ir cumpliendo a través del fútbol?
“El sentirme realizado. A nivel profesional he ganado varios títulos a donde fui, pero sobretodo obviamente hablando de lo material, que le pude regalar un apartamento a mi mamá, tengo una estabilidad económica muy importante, que eso para mí lo más importante en este momento”.
¿Qué sueño falta por cumplir?
“Jugará un Mundial con la Selección Colombia. Cuando quedamos eliminados de las Eliminatorias pasadas realmente me dolió muchísimo porque sabía que podría ser mi última oportunidad. Sin embargo, todavía tengo la ilusión y trabajo día a día para eso”.