James Rodríguez es jugador de León. El club mexicano será una nueva oportunidad para el volante colombiano, ya que no la pasó bien en sus últimos dos equipos: Rayo Vallecano y Sao Paulo. En ambos casos, tuvo dificultades con los directores técnicos, quienes argumentaron, en su momento, que el 'cafetero' no encajaba en sus estilos y esquemas tácticos.
Por eso, en Gol Caracol analizamos el caso de Eduardo Berizzo , quien es el entrenador de las 'esmeraldas'. El argentino ha estado al frente de Estudiantes de La Plata, O'Higgins, Celta de Vigo, Sevilla, Athletic Club de Bilbao y las Selecciones de Chile y Paraguay. En cada una de estas escuadras, dejó su huella, siempre fiel a su filosofía y aferrándose a ello.
Cuando Berizzo fue presentado en León, desde México dieron su concepto. "Suele emplear como base un parado 1-4-3-3, y, a partir de ahí, modificar a un 1-4-2-3-1 o en su defecto un 1-4-4-1-1", explicaron. Pero no fue lo único y hasta dijeron de quién es discípulo. "Ha alimentado su formación como técnico de la filosofía de Marcelo Bielsa", añadieron al respecto.
"Esto se dio, desde que el 'Toto' fue dirigido por el 'Loco' en Newells Old Boys y Atlas, y después de ser su auxiliar en Chile, donde Berizzo pudo conocer desde un ángulo más profundo los métodos de bielsistas", revelaron. Pero, ¿A qué se refiere esto? Como él mismo lo expresó: "Me gusta un fútbol dinámico, de movimientos y ágil, con la posesión como base".
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"Cuando no tengo el balón, quiero robárselo al rival y cuando lo recupero, imprimir frescura, movilidad, dinámica, criterio en el uso de la pelota. No me gusta ser dominado, sino asumir el protagonismo y lo entiendo a partir de poseer la pelota todo el tiempo posible", sentenció el estratega. Eso sí, para conseguirlo, apela a la presión e intensidad, y surge un lío.
Uno de los mayores problemas de James Rodríguez es que pocas veces se le ve trabajando en marca, que es lo que pide Eduardo Berizzo, como fiel amante de Bielsa. "Le gusta el orden táctico, un bloque compacto e intensidad en la presión. Trabaja duro la parte física. James está advertido. O corre, mete y presiona o no jugará", publicó Iván Mejía, periodista colombiano.
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Ahora, no todo es negativo. Si bien su fichaje obligaría a modificar algunas piezas para abrirle espacio al pase y el remate del zurdo, es prometedor. Ahora, no puede pretender ir a un club donde le garanticen cero trabajo de presión. Necesitará dar la milla extra, ponerse a punto en lo físico y evitar las lesiones para no ceder terreno con relación a sus rivales.