Un gol de Rafa Mir certificó la victoria del Sevilla FC en Balaídos ante Celta de Vigo (0-1), un solitario tanto que llegó minutos después de que Santi Mina malgastase un contraataque del conjunto gallego con un tiro al poste, una muestra de la falta de pegada que mostró el equipo gallego durante el partido.
Eduardo Coudet, que apostó por Beltrán para sustituir al lesionado Renato Tapia, presentó su dibujo habitual. Más novedades ofreció Julen Lopetegui, condicionado por la importante cita europea de la Liga de Campeones ante el Lille el miércoles.
El primer tiempo se cerró sin apenas ocasiones de gol. Ningún equipo asumió riesgos. El Celta tuvo más la pelota durante los primeros minutos; después el dominio mudó para el Sevilla. Sin desborde por las bandas, con poco dinamismo en la zona de creación, los primeros veinte minutos se reducen a un disparo de Rakitic y un remate forzado de Rekik.
Poco más mostró el equipo celeste, aunque sus oportunidades fueron algo más peligrosas: tras una acción individual, Denis Suárez probó a Bono, que despejó con facilidad un tiro centrado; luego, Santi Mina trató de sorprender al portero con un lejano lanzamiento desde casi cincuenta metros de distancia. La respuesta del Sevilla fue, a la salida de un córner, un cabezazo de Rafa Mir.
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El Celta aumentó el ritmo del partido durante la segunda mitad. Salió del descanso con otra idea: más velocidad con la pelota, más presencia en ataque. Quiso romper las ataduras. Rozó el gol con un contragolpe que mandó al poste Santi Mina.
Ese cambio de actitud celeste no le gustó a Julen Lopetegui. Hizo cambios. Metió a Delaney y Suso. El arreglo fue perfecto: al minuto de aparecer en el campo, un buen pase de Suso llegó rebotado a Rafa Mir, que resolvió con brillantez en el mano a mano ante Dituro. Fue la única ocasión del Sevilla.
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Ese gol hirió al Celta, pese a que mantuvo su plan. Continuó apretando en ataque. Estuvo cerca del empate con un centro de Javi Galán que cabeceó Nolito. Luego, tras un buen desmarque y centro de Aspas, un remate de Santi Mina lo rechazó con la espalda Rekik.
El equipo de Coudet presionó arriba, incomodó al Sevilla. Siguió acumulando oportunidades pero careció de pegada: un cabezazo dentro del área de Murillo, un tiro de Santi Mina tras un centro de Brais Méndez o un lanzamiento directo de falta de Javi Galán.
Coudet refrescó su ataque con Cervi y Galhardo; el Sevilla se mantuvo firme para defender la ventaja del gol, bien protegido cuando el Celta optó por un fútbol más directo, un dominio celeste que concluyó con varios tiros flojos de Aspas y Cervi.