Lionel Messi y los jugadores de la Selección de Argentina se hicieron esperar este lunes en Barranquilla. Pero ni el paso de los minutos, ni la pertinaz lluvia que cayó en la capital del Atlántico logró dispersar a los admiradores de la 'Pulga', que no abandonaron las cercanías del hotel hasta que no vieron por unos segundos al astro del Barcelona.
La larga espera para salir al entrenamiento, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, inquietó por momentos a los seguidores del crack argentino, quienes solamente querían ver a su ídolo, y que habían llegado desde tempranas horas de la mañana para ver al jugador y a sus compañeros.
"A eso de la 1 de la tarde se asomó uno en la ventana de su hotel, creo que fue Agüero, pero queremos es ver a Messi", le dijo uno de los aficionados a este portal mientras aguardaba la hora de la salida de los futbolistas.
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"Messi, Messi, Messi, Messi", era el coro predilecto de sus seguidores para intentar llamar la atención de 'Lío'... "Estoy volado del trabajo, no saben que estoy aquí desde las 2 de la tarde", nos comentó un repartidor, quien quería cumplir el sueño de ver a uno de los mejores de la historia del fútbol de cerca.
La tarde caía y la noche se iba haciendo más cercana, pero esto no hizo dudar a los fans 'barranquilleros-argentinos', quienes se mantenían firmes, en 'pie de lucha', en las inmediaciones del sitio de la concentración.
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El cansancio no fue lo único en hacer presencia, las nubes grises hacían pensar en lo peor para todos, las gotas fueron bajando del cielo de la 'puerta de oro' y algunos buscaron refugio, aunque estuvieran un poco más alejados de sus ídolos, otros sí aguardaron al lado del cordón policial para ver en primera fila a quienes enfrentarán este martes a Colombia.
Finalmente, los jugadores se dejaron ver por los barranquilleros, quienes seguían firmes a una sola voz: el "Messi, Messi, Messi, Messi" volvió a retumbar en el norte de 'curramba', donde para quienes no les gusta el fútbol, se enteraron que un gigante del balompié mundial estaba ahí.
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Primero, salieron los utileros, quienes no pasaron desapercibidos. Y es que, el humor del barranquillero da para todo: "Dile a Messi que se apure, ¡nojoda!", "Pilas que va a pegar cipote aguacero, ¡dile que puye el burro!", fueron los mensajes que recibieron, a lo que respondieron un claro "ya viene, ya viene", lo cual hizo que la algarabía siguiera en aumento.
Lionel salió, pero Scaloni, y él también 'llevó del bulto': "¿Ajá y cuándo sale el Lionel que queremos ver?", se escuchó tan fuerte que el entrenador se dio cuenta y solo pudo levantar las manos y saludar a sus seguidores, quienes seguían a la espera del momento cumbre.
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Cuando más arreció el agua fue cuando el '10' salió acompañado de su nuevo compañero de equipo, Sergio Agüero. Los gritos llegaron al punto de ebullición, las camisetas de Argentina se ondeaban en el aire barranquillero, los niños fueron levantados por sus padres para que, a metros, vieran a su máximo ídolo.
Todos, absolutamente todos, se 'enloquecieron' cuando Lionel Messi decidió desviar su rumbo al bus y, por unos segundos, fijar su mirada en aquellos hinchas que tal vez nunca lo han visto en un estadio de fútbol en vivo, que fin de semana tras fin de semana siguen sus partidos con el Barcelona a miles de miles de kilómetros, a ellos, el astro les extendió su brazo derecho y con la mano que tenía libre -en la otra llevaba sus guayos como cualquier niño que fuera a jugar en la cancha del barrio- saludó a sus fans.
Para Messi fueron unos segundos, pero para los hinchas este momento quedará guardado en sus memorias para toda la vida, el día que Lionel Messi, a la distancia, los hizo las personas más felices de Barranquilla, y eso que está en territorio visitante.
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