Las carreteras de San Carlos, San Rafael y Guatapé fueron el escenario de esta gran jornada deportiva.
El Giro de Rigo pasó de ser una prueba de gran fondo a un ciclopaseo entre amigos. Algunos corrieron con suerte y se llevaron su recuerdo, mientras otros aventureros sirvieron de escoltas de las estrellas.
En San Rafael y San Carlos la gente disfrutó de la caravana, mientras Froome estuvo atento a las explicaciones de los anfitriones. Disfrutó de la gente, el paisaje y el reconocimiento.
“Ahora Froome se va ir a contar que esto aquí es una berraquera, que hay gente muy caliente como él dice, y eso es lo bonito que hay que mostrar, está emocionado”, dijo Urán al final de la carrera.
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Froome, por su parte, afirmó que “fue una experiencia linda, esperaba algo bueno y resultó algo fantástico, seguramente volveré a Antioquia”.
Todo el Oriente antioqueño se volcó a las calles para ver a sus estrellas en bicicleta