El 35 por ciento de los accidentes que se producen en carrera son debidos a errores de los ciclistas, según SafeR, la estructura dedicada a la seguridad en el ciclismo de ruta masculino y femenino.
Dicho organismo, que reúne a representantes de todos los actores del ciclismo de ruta: organizadores, equipos, ciclistas y en particular la UCI, ha actualizado una serie de medidas de seguridad al borde del comienzo de la temporada con el Santos Tour Down Under en Australia (del 17 al 19 de enero).
En total, en 2024 se registraron 497 incidentes en las pruebas UCI WorldTour, UCI Women's WorldTour y UCI ProSeries (masculinas y femeninas).
Además de los errores no provocados de los corredores, que representan el 35% de los incidentes, otros factores importantes que contribuyen a ellos son las situaciones de tensión generadas por la aproximación a puntos de interés tácticos importantes en la carrera, como subidas, sectores adoquinados o esprints (13%) y las condiciones peligrosas de la vía, en particular carreteras mojadas y resbaladizas (11%).
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La infraestructura vial, el mal estado de la carretera y el comportamiento del vehículo fueron la causa del 9%, el 4% y el 1% de los incidentes registrados, respectivamente.
La base de datos de incidentes de carrera de la UCI, creada en colaboración con la Universidad de Gante (Bélgica), ha proporcionado información esencial sobre la revisión y análisis de vídeos para identificar las causas de los mismos.
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A raíz de las recomendaciones formuladas por SafeR en 2024, la UCI, en colaboración con los actores del ciclismo en ruta femenino y masculino, ha puesto en marcha, durante la segunda mitad de la temporada 2024, una fase de prueba de diversas medidas que pueden mejorar la seguridad de los corredores.
Entre ellas se encentra la introducción de un sistema de tarjetas amarillas, adaptaciones en el uso de los auriculares y cambios en los protocolos aplicables en la zona de esprint.
En lo que respecta a la zona de esprint, la llamada "regla de los tres kilómetros" puede ampliarse hasta un máximo de cinco, a petición del organizador y previa aprobación de la UCI.
Cuando un corredor entra en la zona previa al esprint final y es víctima de un incidente debidamente registrado (por ejemplo, una caída, un problema mecánico o un pinchazo) en los últimos tres a cinco kilómetros de una etapa en ruta (excluidas las llegadas en alto), se le computará el tiempo del corredor o corredores con los que circulaba en el momento del incidente.
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El tema de la comunicación durante la carrera entre todos los integrantes del convoy será objeto de un estudio en profundidad para determinar mejoras que refuercen el seguimiento de la carrera para la seguridad de los corredores y de todos los implicados.
Para lograr ese objetivo, se están llevando a cabo consultas con diversos proveedores de servicios para adaptar soluciones que ya se han implementado en otros deportes en los que se utiliza la comunicación por radio para mejorar la seguridad.
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El sistema de tarjetas amarillas se ha probado en los eventos UCI WorldTour y UCI Women's WorldTour. Se han emitido un total de 31 tarjetas amarillas en 66 días de carrera, a ciclistas (52% de los casos), personal de equipo (32%) y conductores y pilotos de vehículos de prensa (16%).
La finalización exitosa de la fase de prueba permite que la reglamentación completa entre en vigor para la temporada 2025 con modificaciones basadas en las aportaciones de la Comisión SafeR, como la incorporación de dos infracciones más por las que se pueden emitir tarjetas amarillas.
Ahora también será posible emitir una tarjeta amarilla por comportamiento peligroso de un ciclista que salga primero en los esprints finales y también a un asistente del equipo en la zona de avituallamiento que intente alimentar a sus ciclistas de manera peligrosa.
La Comisión SafeR también recomendó cambios en las regulaciones de las zonas de alimentación. Para la temporada 2025, el requisito es que los organizadores instalen una zona de alimentación aproximadamente cada 30 a 40 kilómetros junto con las zonas de basura.
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Este cambio elimina una disposición introducida como medida específica durante la pandemia de covid-19 que permitía la alimentación abierta a lo largo de la ruta de la carrera. Volver a las zonas de alimentación fijas con requisitos de configuración mejorados aumentará la seguridad y la igualdad entre los equipos.
También se están analizando diversos tipos de soluciones relacionadas con el equipamiento para mejorar la seguridad, como el uso de 'airbags' para los ciclistas, la normativa sobre la altura de la llanta y la anchura del manillar o la consideración de restricciones de marchas para reducir las velocidades máximas.
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También se está estudiando la viabilidad de un dispositivo para medir la distancia entre los corredores y los vehículos en el convoy de carrera.
El presidente de la UCI, David Lappartient, afirmó que "la seguridad de los ciclistas es una prioridad, tanto para la UCI como para todos los implicados en el ciclismo masculino y femenino".
"Lanzado en 2023, SafeR cuenta ahora con una estructura sólida y está avanzando con rigor y profesionalidad hacia la implementación de iniciativas que harán que el ciclismo de ruta sea más seguro para sus protagonistas clave, los ciclistas", añadió.