El arcoíris se abre este domingo en Glasgow para recibir al campeón mundial de ciclismo en ruta, la prueba reina a la que aspiran varios candidatos, desde el defensor del título, el belga Remco Evenepoel, hasta su compatriota Wout van Aert, el neerlandés Mathieu van der Poel y el esloveno Tadej Pogacar.
Lucha de titanes entre los mejores ciclistas del planeta en un escenario de 271,1 km entre Edimburgo y Glasgow que decidirán quién es el monarca del pelotón internacional. Con el pronóstico bastante definido, el ciclismo español acude en busca de la sorpresa con muchas ausencias, pero sobrado de ilusión y ganas de confirmar que en un Mundial, a veces se producen resultados inesperados.
EVENEPOEL LLEGA LANZADO, DISPUESTO A RENOVAR LA CORONA
Remco Evenepoel llega al frente de una potente selección que incluye otros dos aspirantes al título, Van Aert Y Philipsen. La joya de 23 años tiene el derecho a ser considerado favorito número 1, no solo por ser el vigente campeón, sino por su capacidad para ganar las carreras por un método infalible: arrancar de lejos y llegar en solitario, como hace un año en el Mundial de Wollongong.
Además el corredor de Aalts se ha preparado a conciencia para la cita de Glasgow. Se retiró en el Giro por covid, pero acaba de ganar por tercera vez la Clásica de San Sebastián con exhibición incluida.
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"Tenemos un equipo impresionante". Tiene razón Evenepoel, pues Wout van Aert, como gran clasicómano, y el esprinter Jasper Philipsen, ganador de 4 etapas en el Tour, pueden optar al título, algo que dependerá de las circunstancias de carrera en un circuito que puede provocar muchos quebraderos de cabeza, "excesivamente técnico".
POGACAR CON EL ARCOÍRIS EN LA MENTE
Otro corredor capaz de ganar "a lo Evenepoel" es el esloveno Tadej Pogacar, aspirante a un título que aún no tiene el doble ganador del Tour de Francia. A sus 24 años, el corredor de Komenda puede rematar en Glasgow una temporada gloriosa, ya que lleva 16 victorias, entre ellas el Tour de Flandes.
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Sin un equipo tan potente como el belga, Pogacar llega con el "punto" del Tour de Francia y dispuesto a discutir la corona con sus principales rivales. El medallista olímpico de bronce en Tokio 2020 fracasó el año pasado en Australia, pero en Glasgow quiere levantar los brazos.
VAN DER POEL, POCO RUIDO Y MUCHAS OPCIONES
Van der Poel (Kapellen, 28 años), rey del ciclocrós mundial con 5 entorchados y ganador este año en San Remo y Roubaix, cotiza en primera fila para llevarse el oro de Glasgow. Su capacidad para incendiar la carrera de lejos le permite estar a la altura de Evenepoel y Pogacar en ese apartado táctico.
Del Tour salió con más pena que gloria, pero en Escocia será otra historia y formará en la selección naranja con Dylan van Baarle, otro corredor con olfato que puede sorprender si ve la ocasión. Van der Poel, al que se le espera en la competición de bicicleta de montaña, fue segundo en el Europeo de Glasgow 2018, por lo que conoce el circuito.
Si los belgas llevan a Philipsen como bólido, los neerlandeses cuentan con el jóven Olav Kooij para un posible esprint.
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DINAMARCA CON ARTILLERÍA PESADA
El equipo danés tiene consistencia considerable. Está liderado por Mads Pedersen, quien ya fue campeón Mundial en Harrogate 2019. En forma después del Tour, el nórdico estará rodeado de corredores de experiencia y calidad, como Kasper Asgreen renacido, Magnus Cort , Soren Kragh Andersen, Mattias Skjelmose.
En la lista de favoritos, con menos peso, figura el francés Julian Alaphilippe, todo un doble maillot arcoíris, aunque su mejor momento parece haber pasado. No obstante, quien tuvo retuvo y su remate puede causar estragos. En la selección francesa compartirá galones con el subcampeón mundial Christophe Laporte.
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RECORRIDO TECNICO PLAGADO DE CURVAS
La prueba masculina de fondo en carretera constará de 271,1 km y será la única que arranque en Edimburgo. Tras el paso por el inactivo volcán Arthur’s Seat de la capital escocesa, se recorrerán diferentes parajes por las colinas del país, atravesando en dos ocasiones el río Forth y discurriendo hasta Glasgow, tras remontar Crow Road como punto más alto de la prueba.
Una vez en Glasgow los ciclistas deberán dar 10 vueltas a un circuito urbano de unos 14.4 kilómetros, muy técnico, que incluye más de 40 curvas y tramos de adoquinado.
En el circuito hay varias subidas, unos 193 metros de desnivel por vuelta, a las que sucede un final rápido y descendente hasta la línea de meta situada en la emblemática George Square, donde se encuentra en el Ayuntamiento y la estatua ecuestre de la Reina Victoria.
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